La erradicación del paludismo en Españaaspectos biológicos de la lucha antipalúdica

  1. Fernández Astasio, Balbina
Dirigida por:
  1. Joaquín Fernández Pérez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 14 de marzo de 2003

Tribunal:
  1. Benjamín Fernández Ruiz Presidente
  2. José Fonfría Díaz Secretario
  3. Raúl Rodríguez Nozal Vocal
  4. Rafael Huertas García-Alejo Vocal
  5. Alfonso Garmendia Salvador Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El paludismo es una enfermedad caracterizada por fiebres intermitentes y causada por diversos especies de protozoo Plasmodium sp. (P.vivax que origina las fiebres tercianas; P.malariae que causa las cuartanas; P.falciparum, responsable de las fiebres malignas o tropicales y P.ovale, que origina terciarias benignas). La transmisión de la malaria se realiza por varias especies de la hembra del díptero Anopheles sp. Las investigaciones de Laveran, Ross y Grassi sobre el ciclo biológico de Plasmodium sp., y su transmisión por Anopheles sp., permitieron en el siglo XX la lucha contra la enfermedad. Los primeros tratamientos contra el paludismo se basaron en las cualidades febrífugas de la corteza del árbol de la quina (Cinchona sp.) utilizada desde 1638. El aislamiento por Pelletier y Caventou en 1820 de los alcaloides de la quina, quinina y cinconina y posteriormente de sus derivados, permitió eliminar al hombe enfermo como fuente infectiva. En los años cuarenta del siglo XX comenzó la utilización de los insecticidas, DDT y Lindano que suponía luchar contra la malaria de forma barata y generalizada. En España los conocimientos sobre el paludismo se dieron a conocer por el Dr. Jan Macdonald, médico de la Compañía Minera de Riotinto en 1900, por los doctores Huertas y Mendoza en Cáceres en 1901 y por el Dr. Pittaluga en Cataluña, Valencia, Islas Baleares y Madrid en 1902. Pittaluga estudió la distribución y extensión del paludismo en España y lo relacionó con temperatura y humedad elevadas, encharcamientos locales, aglomeraciones humanas y condiciones sanitarias desfavorables. La lucha antipalúdica constituyó en España la primera lucha epidemiológica organizada. El primer dispensario antipalúdico se estableció en 1920 en Talayuela (Cáceres), una de las zonas más palúdicas. En 1925 se creó el Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata que asumió la dirección científica contra el paludismo hasta los años sesenta del siglo veinte. La labor de los malariólogos Gustavo Pittaluga y Sadí de Buen resultó fundamentalmente en la organización antipalúdica española, así como las investigaciones del naturalista Juan Gil Collado sobre la biología de Anopheles sp. En noviembre de 1950 el Gobierno español y la Organización Mundial de la Salud firmaron un convenio para erradicar el paludismo del territorio nacional, hecho que se produjo oficialmente en 1964