La novela histórica como recurso didáctico en la enseñanza de la historia

  1. Lobatón Badillo, Gilda Esther
Dirigida por:
  1. José María Parra Ortiz Director
  2. Luis Arranz Márquez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 08 de julio de 2013

Tribunal:
  1. Juana Anadón Benedicto Presidenta
  2. Caridad Hernández Sánchez Secretaria
  3. María Montserrat Pastor Blázquez Vocal
  4. Áurea Cascajero Garcés Vocal
  5. Jesús María Aparicio Gervás Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El lenguaje es generativo. El lenguaje no sólo nos permite describir la realidad, el lenguaje crea realidades. La realidad no siempre precede al lenguaje, éste también precede a la realidad. El lenguaje genera el ser, es decir, el lenguaje es acción. Es este lenguaje el medio de difusión y canal mediante el cual la Historia evoca realidades pasadas que lee y escribe desde el presente.La Historia es la lectura desde el presente de un pasado y un futuro condicionado a las circunstancia del momento de observación. La Historia en definición de Bloch, es el estudio del hombre en sociedad a través del tiempo. La concepción moderna de la Historia, evidencia que su ser está basado en la temporalidad. El pasado se observa como un territorio que fue, que ya no existe, pero que puede ser reconstruido, desde un presente que sirve de atalaya de observación y que, así mismo, es estado de tránsito hacia el futuro que puede construirse y, por ende, manipularse.Uno de los mejores exponentes de ésta subjetividad declarada por contar la Historia, es la novela histórica. Existen cientos de definiciones de novela histórica, y muchas de ellas válidas, pero aquí se dirá lo que no es una novela histórica: Historia. Ella es novela, ficción, arte, y una de las formas más exquisitas de darle vida, carne, sangre, a ese espíritu inerte en que muchas veces se convierte la Historia. Es la licencia que tiene la literatura, el halo mágico y humano que rescatamos para acercarnos al estudio de la Historia. El clima que se crea a través de la lectura de la novela histórica es el escenario ideal para identificar que el lenguaje construye realidades, basadas en motivaciones e intereses; que la Historia es también la construcción de una realidad pasada, que por su carácter narrativo la hace abierta a reinterpretaciones, el ser de la Historia es el cambio. Se busca convertir a la novela histórica en instrumento para que el alumno pueda descubrir su carácter histórico, es decir, que la realidad que conoce y construye como presente condiciona la lectura del pasado. La novela histórica evidencia, de manera declarada, la utilización de la Historia con el fin de favorecer la propagación de una ideología o postura parcializada con respecto a determinado acontecimiento histórico, utilizando el mismo canal de la Historia, la narración; mientras que el historiador, trata de combatir la subjetividad con el mayor rigor haciendo uso de fuentes y método.El utilizar la novela histórica como recurso didáctico depende del docente, es él quien la elige o no, desde la corriente historiográfica, la teoría de pensamiento, así como, los principios psicopedagógicos y didácticos que respaldan su labor. Es por ello que esta investigación busca sustentar, desde todos éstos ángulos, el valor de la novela histórica. Los objetivos planteados fueron; Establecer las bases teóricas para la utilización de la novela histórica como recurso didáctico en la enseñanza de la Historia; en segundo lugar, conocer y obtener evidencias empíricas acerca de la respuesta de la comunidad educativa con respecto a la utilización de la novela histórica.Para el logro de este objetivo general, consideramos que el modelo de investigación más apropiado es el modelo cualitativo de carácter hermenéutico, debido a que el estudio de la concepción teórica y práctica de los profesores que imparten la enseñanza de la Historia es más susceptible a la descripción y análisis cualitativo que a la cuantificación. La muestra estuvo constituida por 67 profesores de Geografía e Historia, 70 alumnos de cuarto de ESO, y 91 alumnos de primero de Bachillerato, ambos grupos de la Comunidad de Madrid, así como por 25 profesores que ejercen docencia en los departamentos de Didáctica de las Ciencias Sociales de trece universidades del país.