Ciencia y milicia en el Siglo XVIIITomás de Morla, artillero ilustrado

  1. HERRERO FERNANDEZ QUESADA M. DOLORES
Dirigida por:
  1. José Cepeda Gómez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Año de defensa: 1989

Tribunal:
  1. Luis Miguel Enciso Recio Presidente
  2. Enrique Martínez Ruiz Secretario
  3. Antonio Morales Moya Vocal
  4. Pere Molas Ribalta Vocal
  5. Miguel Alonso Baquer Vocal
Departamento:
  1. Historia Moderna e Historia Contemporánea

Tipo: Tesis

Teseo: 21534 DIALNET

Resumen

El titulo de nuestro trabajo resume su contenido: ciencia y milicia en el siglo xviii: Tomás de Morla, artillero ilustrado. El tema fundamental sobre el que versa es la gran complicidad que observamos en la centuria dieciochesca entre la ciencia y la milicia. El seguimiento histórico de la institución militar, y mas concretamente en el marco cronológico elegido que coincide con el establecimiento de los ejércitos permanentes y con la institucionalización en nuestro país de la enseñanza militar, facilita el manejo de datos extraídos de una documentación en muchos casos inexplorada, que propicia sin duda una interpretación mas amplia de la historia. Elegimos la figura de Tomás de Morla entre otras cosas porque reunía en su persona la doble condición de alumno de la primera promoción que salió del real colegio de artillería, y de profesor del mismo durante toda la etapa fundacional. Sin embargo, el artillero jerezano no fue mas que el pretexto para profundizar en el amplio campo de competencias del militar ilustrado; que en principio rebasan el ámbito castrense. Este es el caso de Morla a quien hemos visto recorrer Europa en el desempeño de una comisión facultativa que encubría una meditada misión de espionaje industrial. La guerra de la independencia agudizo el desgarro de la institución militar, esto es, y el desconcierto generalizado como rasgo mas característico del año 1808, explicaría actitudes tan imprevisibles como la de un Tomás de Morla que se presto a colaborar con el gobierno intruso, cuando en nuestra opinión es el testimonio de que realmente existió una ilustración española con evidente carácter autóctono.