La dimensión centro-periferia en los partidos nacionalistas de Cataluña y el País Vasco 1977-2008

Resumen

Esta tesis doctoral trata de dar respuesta al porqué la dimensión territorial sigue teniendo una preminencia determinante en nuestro país. Sostenemos que la deriva mayoritaria del sistema español desde posiciones más consocionales de acuerdo a Arend Lijphart está provocando que el "problema territorial" se infle y se convierta en uno de los principales cuestiones no resueltas de la democracia española. Ciertos partidos nacionalistas de Cataluña y el País Vasco echan leña al fuego del irredentismo con la esperanza de mantener y aumentar las jugosas parcelas de poder que el modelo territorial híbrido e incompleto ofrecen. Su supervivencia en cierta medida depende de la existencia y preminencia de un problema. Las élites de estos partidos han roto lo que Lijphart llama "lealtades omnicomprtensivas" y que son fundamentales para la viabilidad de las democracias con cleavages profundos como la española. Y ello puede tener incluso cierto efecto de de-consolidación. A través del análisis de contenido de los programas de los partidos nacionalistas y no nacionalistas más importantes de Cataluña y el País Vasco entre 1977 y 2008, el análisis estadístico ha podido aislar las variables más significativas que miden la dimensión centro periferia en los programas de estos partidos. Los resultados son importantes porque demostramos que entre 1977 y 2008 CiU, ERC, PNV y EA mantienen niveles iguales o ligeramente inferiores (entre un 25 y un 50 por ciento) en sus programas a la reivindicación territorial. Nuestra hipótesis primera dice que la dimensión centro periferia sigue muy viva hoy en España, lo que queda demostrado con nuestro análisis. Decimos con datos originales lo que mucha gente anticipa. Un paso más nos lleva a analizar datos electorales de estos partidos (y otros como PSOE/PSC/PSE y PP) en el periodo estudiado. Llegamos a la conclusión que la estrategia irredentista de los nacionalistas vascos y catalanes funciona muy bien hasta el cambio de siglo, cuando comienzan a dejar de se exonerados por sus votantes. Diversos estudios habían afirmado que los partidos de cortte etno/regional son menos castigados por sus votantes porque éstos compiten en el eje territorial y no en el ideológico, tradicionalmente más cambiante y en el que los votantes demuestran menos lealtad y más volatilidad. Por tanto, la estrategia de echar leña al fuego nacionalista deja de tener el éxito anticipado y deseado por las élites nacionalistas. Su poder comienza a retroceder y los votantes...