Cáncer primitivo de hígado. Aspectos etiológicos, clínicos, diagnósticos y pronósticos

  1. MUÑOZ YAGUE M. TERESA
Zuzendaria:
  1. José Antonio Solís Herruzo Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Defentsa urtea: 1989

Epaimahaia:
  1. Amador Schüller Pérez Presidentea
  2. Francisco J. Martínez Tello Idazkaria
  3. José María Pajares García Kidea
  4. Manuel Díaz Rubio García Kidea
  5. Pedro Escartín Marín Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

El cáncer primitivo de hígado es el tumor maligno más numeroso en el mundo. En 253 canceres primitivos de hígado estudiamos la prevalencia/incidencia, los factores etiológicos, las formas de presentación clínica, el valor de las pruebas diagnosticas y su pronostico. Se trataba de 186 hepatocarcinomas, 10 colangiocarcinomas, 1 angiosarcoma y 1 rabdomiosarcoma. En 55 no contamos con filiación histológica pero probablemente eran hepatocarcinomas ya que la alfafetoproteína era positiva. La incidencia de este tumor en nuestro medio ha sido de 3/100.000 habitantes/año y su prevalencia en autopsia fue superior a la que se refiere en los países con alto riesgo. No descubrimos evidencias claras de que la incidencia haya aumentado en los últimos 10 años. Afecta preferentemente al hombre con edad media en los 60+10 años, asociado habitualmente a cirrosis hepática (79.8%). Entre los factores etiológicos asociados, además de los referidos, destaca el etilismo (70.3%). El papel del virus de la hepatitis b es menos evidente ya que solo el 14.3% eran portadores del hbsag. Las formas de presentación mas frecuentes fueron el dolor abdominal (45.8%) y la descompensación ascítica de una cirrosis (31.6%). Las llamadas pruebas de función hepática fueron de escasa utilidad. La alfa-fetoproteína por inmunodifusión fue de baja sensibilidad y por ria estuvo elevada en todos los casos. La beta-2-microglobulina y la alfa-1-antitripsina fueron poco sensibles y especificas. La ferritina sérica es una prueba sensible y relativamente especifica. La sensibilidad de la gammagrafía estática, de la ultrasonografía y de la tomografía axial computadorizada fue baja, mientras que la laparoscopia, la biopsia hepática laparoscopia, la citología ecográfica y la arteriografía hepática fueron muy sensibles. El pronostico de la enfermedad fue muy malo (supervivencia media: 85.5+118 días).