La extraña topografía de la Península Ibérica

  1. Vicente Muñoz, Gerardo de
  2. Vegas Martínez, Ramón
Revista:
Enseñanza de las ciencias de la tierra: Revista de la Asociación Española para la Enseñanza de las Ciencias de la Tierra

ISSN: 1132-9157

Año de publicación: 2007

Volumen: 15

Número: 2

Páginas: 124-134

Tipo: Artículo

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Resumen

España posee una topografía promedio muy elevada (la 2ª de Europa, después de Suiza) que evidencia la intensidad y gran dispersión de las deformaciones tectónicas recientes (Terciarias). El relieve de Iberia es el resultado de los esfuerzos transmitidos hacia el interior desde el borde activo durante el Oligoceno- Mioceno Inferior: Los Pirineos. Estas deformaciones se organizaron de una forma altamente regular, dando lugar a una serie de altos (cadenas) y bajos (cuencas) estructurales, que se interpretan como pliegues de escala litosférica. En este sentido, toda la placa ibérica aparece deformada durante el Cenozoico. Estos grandes pliegues (Pirineos-Cordillera Cantábrica, Sistema Central-Cadena Ibérica, Sierra Morena) aparecen conectados en la corteza superior mediante una serie de corredores de desgarre lateral izquierdos (Vilariça, Messejana-Plasencia) y lateral derechos (Ventaniella, Cadena Ibérica), que son también importantes para explicar la morfología de La Península. El emplazamiento hacia el oeste del bloque de Alborán desacopló mecánicamente este dispositivo, que sólo continúa activo en la costa atlántica-Golfo de Cádiz. Es en estas estructuras, grandes pliegues y corredores de desgarre, donde se concentra la sismicidad actual.