Consideración del cambio climático en la evaluación de impacto ambiental de infraestructuras lineales de transporte

  1. Enríquez de Salamanca Sánchez-Cámara, Álvaro
Dirigida por:
  1. Rubén Díez Sierra Director/a
  2. Rosa María Martín Aranda Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 30 de noviembre de 2016

Tribunal:
  1. Germán Glaría Galcerán Presidente/a
  2. Víctor Fairén Le Lay Secretario/a
  3. María Joao Ferreira dos Santos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El cambio climático es un problema ambiental de primera magnitud. Numerosas actuaciones humanas contribuyen al cambio climático, por emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y destrucción de sumideros. El transporte es responsable de la cuarta parte de las emisiones de GEI en España, un 95% en las carreteras. Los ferrocarriles son complementarios a las carreteras, formando las infraestructuras lineales de transporte. Las carreteras y ferrocarriles están sometidas a EIA (EIA), un procedimiento para integrar los aspectos ambientales en la toma de decisiones. La consideración del cambio climático en la EIA a nivel internacional es reciente; en España ha sido muy escasa en los últimos 25 años, sobre todo en carreteras y ferrocarriles. Es precisa una mayor concienciación y el desarrollo de guías sectoriales. Las infraestructuras contribuyen al cambio climático precisando medidas de mitigación, y el cambio climático afecta a las infraestructuras, requiriendo adaptación, que a su vez pueden generar impactos. Estos aspectos deben considerarse en la EIA. La contribución al cambio climático se evalúa por la emisión de GEI en la construcción, explotación y mantenimiento y la destrucción de sumideros; otros indicadores son la ratio de emisiones por viajero o mercancía o la reducción de emisiones por trasvase modal. Estos indicadores deben incorporarse a la toma de decisiones. La mitigación del cambio climático en el transporte se plantea mediante grandes objetivos, que quedan fuera de la EIA, pero también es posible actuar en esta fase. La prevención es posible sobre todo en el diseño; en la explotación y mantenimiento suele exceder el ámbito de la EIA. La compensación es posible mediante secuestro de carbono y compensación de sumideros destruidos; está infravalorada, pese a ser viable, y tener ventajas adicionales. Sus retos son la voluntad política y la financiación. El cambio climático repercute sobre las infraestructuras de forma positiva o negativa. La EIA debe analizar si el diseño tiene en cuenta estos impactos, que además son la base para la adaptación. La adaptación puede aplicarse de muchas maneras, o no aplicarse; las decisiones están muy relacionadas con funcionalidad y costes. El enfoque sectorial de la adaptación limita la posibilidad de afrontarla de forma global. Las nuevas infraestructuras están mejor adaptadas, pero las existentes precisan adaptación, que puede quedar al margen de la EIA. La adaptación se considera positiva en sí misma, pero puede producir impactos ambientales no deseados, aspecto que está siendo poco considerado. Es preciso por tanto evaluar la propia adaptación en el marco de la EIA. Esta tesis aporta conocimientos y herramientas para hacer frente a la escasa consideración actual del cambio climático en las infraestructuras de transporte; queda pendiente una mayor concienciación de los agentes involucrados en la EIA.