Las construcciones desiderativas en español clásico

  1. Nuñez Pinero, Lorena
Dirigida por:
  1. Kees Hengeveld Director/a
  2. Silvia Iglesias Recuero Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 09 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Francisco Javier Herrero Ruiz de Loizaga Presidente
  2. Daniel Moisés Sáez Rivera Secretario
  3. Rafael Cano-Aguilar Vocal
  4. Carmela Pérez-Salazar Resano Vocal
  5. Bert Cornillie Vocal
Departamento:
  1. Lengua Española y Teoría Literaria

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis ofrece un análisis detallado del funcionamiento en el discurso y las propiedades gramaticales de las construcciones desiderativas en español clásico. Estas construcciones aparecen fundamentalmente en la interacción conversacional, en el diálogo. Por este motivo las fuentes primarias del corpus, elaborado a partir de la lectura directa de los textos, son veintiuna obras de los siglos XVI y XVII pertenecientes a géneros discursivos con características propias de la inmediatez comunicativa. Las desiderativas no han recibido la debida atención en ninguna tradición gramatical. Su definición imprecisa como `expresión de deseos¿ o su adscripción a la poco definida clase de los actos de habla expresivos son algunas de las consecuencias. El análisis del corpus me permite redefinir con precisión, atendiendo a criterios gramaticales y pragmáticos, lo que es una desiderativa: `una construcción independiente sintácticamente mediante la cual el hablante expresa una actitud favorable a que se cumpla un evento irreal cuya ejecución no depende ni del propio hablante ni de su interlocutor¿. Otras propiedades pragmáticas y gramaticales constituyen parámetros de variación entre unos tipos de desiderativas y otras. En español clásico las construcciones desiderativas oracionales exigen una forma verbal de subjuntivo: esta tesis contribuye, así, a explicar el funcionamiento del subjuntivo en los siglos XVI y XVII, ya que hasta ahora se había descrito basándose en el análisis, sobre todo, de las construcciones condicionales. Además del subjuntivo, otras marcas de modalidad pueden aparecer en las desiderativas del español clásico, si bien las construcciones de subjuntivo sin elemento introductor son con mucho las más frecuentes en el periodo. Pueden estar introducidas por que, un adverbio (así, ojalá, ya, ahora) o el pronombre desiderativo quién; también pueden expresarse mediante condicionales suspendidas o mediante estructuras no oracionales. El análisis de los datos también revela que las funciones pragmáticas prototípicas de las desiderativas son expresar buenos deseos, maldecir y alejar un mal o proteger(se) de él. A partir de estos usos se desarrollan otros más específicos: como en toda desiderativa hay implícita una evaluación (una actitud favorable del hablante hacia el cumplimiento de un evento) es muy común que las desiderativas se especialicen en desempeñar funciones pragmáticas que están ligadas a la construcción de la imagen social propia y de los otros. Este trabajo también profundiza, por tanto, en el conocimiento de las estrategias de cortesía y descortesía en los siglos XVI y XVII. Asimismo, las desiderativas pueden expresar distintos tipos de actos de habla: primarios o independientes, secundarios o parentéticos, e interactivos. Pueden también combinarse con otras construcciones, constituyendo estructuras supraoracionales que expresan actos de habla indirectos. Definir con precisión lo que es una construcción desiderativa me permite, además, trazar los límites de las desiderativas con otras construcciones: imperativas con subjuntivo, exclamativas evaluativas, interrogativas retóricas, promesas, amenazas y enunciados declarativos. También hace posible estudiar los procesos de gramaticalización en los que las desiderativas se han visto envueltas. Las desiderativas del español clásico presentan una gran variedad de estructuras y de funciones en el discurso, muchas de ellas extinguidas hoy. Esta situación guarda sin duda relación con un cambio que se produce desde la Edad Contemporánea: progresivamente, las instituciones se secularizan, el mundo ¿se desencanta¿, como dice Weber, Dios deja de ser la Causa y la Autoridad cuyo beneplácito se busca, y se va imponiendo, así, cada vez más una concepción referencialista del lenguaje (aunque nunca del todo) sobre la visión performativista, que atribuye a la palabra (y también a las desiderativas, por tanto) el poder de influir en el mundo.