La decadencia española del siglo XVIIMonarquía, intervencionismo e inflación una interpretación en la perspectiva de la escuela austriaca de economía

  1. HERNÁN-PÉREZ AGUILERA, JAIME
Dirigida por:
  1. Jesús Huerta De Soto Director

Universidad de defensa: Universidad Rey Juan Carlos

Fecha de defensa: 10 de julio de 2014

Tribunal:
  1. Carlos Rodríguez Braun Presidente
  2. Philipp Bagus Secretario/a
  3. Pedro J. Tenorio Sánchez Vocal
  4. Armando José Torrent Ruiz Vocal
  5. Santiago García Echevarría Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 382865 DIALNET

Resumen

Cualquier fenómeno social es de una extraordinaria complejidad, como lo es explicar la Decadencia Española del siglo XVII. Son muchos los factores que confluyen en la misma, y muchos autores coinciden generalmente en considerar los costes de la política imperial española, la defensa del monopolio comercial, el compromiso con la defensa de la fe católica o el conflicto permanente con Francia, Inglaterra y el Imperio Otomano por la hegemonía política y económica. Sin embargo, el fenómeno monetario asociado a las necesidades de financiación derivadas de esta política imperial no ha sido considerado en toda su intensidad. Utilizando la metodología que nos proporciona la Teoría Austriaca del Ciclo Económico, destaca como uno de los aspectos más significativos de esta teoría la que se refiere a los efectos que tienen la expansión del dinero, de la deuda y del crédito. En el caso de la Decadencia Española esta expansión está asociada a tres factores: primero y el más general a todos, las remesas de oro y plata procedentes de América, en segundo lugar, el recurso al crédito para cubrir en abultado déficit público de la Hacienda Real, y en tercer lugar, las alteraciones monetarias para obtener recursos adicionales con los que poder afrontar la deuda. Los tres factores son dependientes entre sí, ya que las remesas de metales preciosos eran garantía para los créditos bancarios; cuando esta garantía no fue suficiente ante el abultado déficit público de la Corona, se recurrió a emitir títulos de deuda y alterar el valor del dinero. Con una alta inflación y un volumen de deuda insostenible, la intervención estatal distorsionó aun más los precios y la actividad comercial, lo que generó una profunda y duradera recesión inflacionaria. La crisis económica actual, que comenzó en 2007, mantiene unos paralelismos con la que sufrió España a lo largo del siglo XVII. La expansión ilimitada del dinero, las manipulaciones en su valor, bien a través de los tipos de interés o de su ley o valor facial, el exceso de regulación financiera y comercial, la presión de los monopolios, los privilegios concedidos a la actividad bancaria, los efectos de la reserva fraccionaria y la inflación, todos desencadenaron la Decadencia Española, y son estos mismos procesos los que han confluido en la crisis de 2007, la conocida como la Segunda Gran Recesión. En línea con este análisis, el proceso de reformas llevado a cabo por una serie de equipos de gobierno durante el reinado de Carlos II, cuyas políticas se centraron en la austeridad, el control del gasto público, y en la reducción del déficit público y de la presión fiscal, sirvieron para superar la crisis y comenzar una nueva senda de crecimiento.