Los libros de protocolo de bienes de las Instituciones Hospitalarias Sevillanas durante la Edad Moderna

  1. Mestre Navas, Pablo Alberto
Dirigida por:
  1. María del Carmen Álvarez Márquez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 02 de marzo de 2015

Tribunal:
  1. Vicente García Lobo Presidente/a
  2. Manuel Romero Tallafigo Secretario/a
  3. Antonio Castillo Gómez Vocal
  4. María de los Desamparados Cabanes Pecourt Vocal
  5. María de las Mercedes Borrero Fernández Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 376574 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

Desde hace siglos los hospitales sevillanos han sido una temática sugerente para los historiadores; de este modo, los primeros cronistas de la ciudad no dudaron en dedicarles toda su atención, escribiendo su historia y algunas de las noticias más relevantes. Alonso Morgado, Diego Ortiz de Zúñiga, Fermín Arana de Varflora o Félix González de León son algunos de los autores que, de una u otra forma, comenzaron a deslindar el pasado de los más importantes establecimientos de caridad sevillanos. Por consiguiente, el fenómeno se retrotrae al siglo XVI, momento en el que nació la historiografía sevillana. Desde ese momento, toda crónica o historia dedicada a la metrópoli andaluza cuidó de tratar algunos de los pormenores de unas instituciones que estaban muy arraigadas en el tejido social y económico de la ciudad. Como se ha demostrado en multitud de trabajos, los hospicios eran instituciones consolidadas que prestaban un importante papel sanitario, fundamentando en un vasto dominio inmueble su costoso mantenimiento. Organizados en torno a unas constituciones, reglas u ordenanzas y, fuertemente, jerarquizados, algunos hospitales como el de las Cinco Llagas o el de San Hermenegildo, pueden ser considerados como inmejorables ejemplos de una forma de gobierno y administración que atendía a múltiples necesidades, adecuándose instrumentos documentales y librarios que vertebraban tres funciones básicas: la oración y la atención espiritual de los enfermos, la asistencia sanitaria y la administración del edificio y sus rentas. Sin duda, uno de los hitos historiográficos más importantes fueron las diversas publicaciones que durante el último tercio del siglo XIX realizó Francisco Collantes de Terán Caamaño, un erudito sevillano que desempeñó el oficio de archivero en la Diputación Provincial de Sevilla, lugar en el que tomó contacto con la inmensa documentación hospitalaria que allí había sido depositada como consecuencia de la supresión de algunos de los centros, permaneciendo aún hoy allí. Sus trabajos continúan estando de actualidad, siendo de obligada referencia al ser el primero que dio una visión de conjunto de la temática hospitalaria en Sevilla desde un punto de vista histórico, sistematizando los más importantes y tratándolos como objeto de estudio en sí mismos. Su aportación es un legado que no ha pasado inadvertido para ninguno de los que, de una manera u otra, hemos tratado la hospitalidad hispalense desde perspectivas distintas. No pueden obviarse los trabajos que, desde hace años, viene realizando el profesor Juan Ignacio Carmona García, quien también ha dedicado parte de su vida al análisis del sistema hospitalario desde diferentes enfoques, con preferencia a su gobierno y a la marginalidad social en la Sevilla de la Edad Moderna. A ellos, hay que sumarles una amplia y variada lista de monografías, tesis doctorales y artículos que desde los años ochenta se vienen desarrollando sobre hospitales, muchos de los cuales han sido objeto de publicación en la revista Archivo Hispalense. En este sentido, el año 1997 marca otro de los hitos historiográficos, publicándose multitud de trabajos que tenían como finalidad algunos de los hospitales más significativos de Sevilla, aunque en esta ocasión el enfoque científico estuvo orientado desde los presupuestos de las Ciencias de la Salud, la Sociología, la Antropología o la Contabilidad, sin dejar a un lado el sentido historicista que los ha contextualizado. Con todo, a pesar que la hospitalidad sevillana puede, y debe, considerarse como una tendencia historiográfica consolidada, no han abundado los estudios y las publicaciones que ahonden en la producción documental y libraria orientada a la administración y al gobierno de estas instituciones desde la perspectiva de las Ciencias y Técnicas Historiográficas, exceptuando aquellas publicaciones que vieron la luz como resultado de la organización de los fondos documentales, en las que, sucintamente, se explicitan las series documentales, así como su contenido y la funcionalidad de las mismas en el organigrama de cada uno de los centros benéficos. Esto no obsta para que, en algunos de ellos se hayan transcritos documentos de diferentes tipologías sin pretender ir más allá, salvo los dos trabajos fin de máster dirigidos por la directora de esta tesis doctoral. Uno fue realizado por doña Ada-María Vázquez García con el título: El Hospital de las Cinco Llagas o de la Sangre durante su primer siglo de existencia: Testamentos, inventarios y almonedas de bienes, durante el curso 2010-2011; el segundo por doña Verónica Sánchez Durán El Hospital de San Hermenegildo o del Cardenal durante su primer siglo de existencia, durante el curso 2011-2012. La presente tesis doctoral se enmarca dentro del grupo de investigación dirigido por la Dra. Mª Carmen Álvarez Márquez, HUM 801: La Cultura escrita y escritos conservados en Andalucía: archivos y bibliotecas, en el que se ahondan sobre diversidad de temáticas circunscritas a las materias propias de nuestra disciplina académica y, más concretamente, en el libro como objeto de estudio. Sin duda, las posibilidades que ofrece los voluminosos fondos documentales de los archivos hospitalarios, de los que se han conservado miles de legajos, y la amplitud cronológica de estas instituciones, afincadas en la ciudad con carácter inmediato a su reconquista en 1248 por el rey Fernando III el Santo, posibilitan la realización de una investigación de gran calado, tanto en el espacio como en el tiempo. El eje de la investigación girará, como el título ya sugiere, sobre un tipo de libro que compilaba información vital para el gobierno, la gestión y la administración económica de las instituciones hospitalarias y al que se le daba el nombre genérico de «libro de protocolo de bienes». Este trabajo persigue varios objetivos, todos ellos interrelacionados, con el fin de ofrecer una amplia visión del funcionamiento de los hospitales desde la Edad Media hasta la Edad Moderna en la ciudad de Sevilla, haciendo especial hincapié en los establecimientos de mayor relevancia, como el Hospital de San Lázaro, el de las Cinco Llagas, el de San Hermenegildo, la Casa Cuna, la Casa de la Misericordia, el Hospital de los Venerables Sacerdotes, el del Amor de Dios o el del Espíritu Santo, entre otros. Por lo general, los trabajos que han tenido como común denominador el estudio de los hospitales han versado más en el análisis y estudio de los mismos desde un punto de vista médico o farmacéutico, que en un análisis de conjunto y en profundidad que muestre, y demuestre, su funcionamiento interno desde la óptica del gobierno y la administración. Por ello, parece irrenunciable, y una premisa necesaria, el examen de los mismos atendiendo a estos parámetros con la finalidad de contribuir a tener una visión más amplia sobre el particular. Una vez trazados los principales hitos históricos de las instituciones hospitalarias, analizando las distintas eventualidades y períodos por los que pasaron, de pujanza y también de declive, se tratará de identificar a los responsables de la gestión y administración del patrimonio mueble e inmueble de cada uno de los establecimientos, analizando sus funciones, la evolución de su trabajo y la materialización del mismo en su producción documental. No en vano, desde el nacimiento de cada uno de los hospitales de la ciudad se observa que la jerarquización entre los oficiales, y el personal con análogas responsabilidades, se van diversificando notablemente. La especialización de cada una de las funciones y la inclusión de otras permiten conocer de primera mano las prácticas que se realizaban en cada uno de ellos, así como su producción documental y libraria. Basta analizar los textos constitucionales del Hospital de las Cinco Llagas para comprobar el incremento que se produjo del personal que atendía no sólo las obligaciones propiamente médicas, sino también administrativas. Este incremento en el número de oficiales estuvo relacionado con la pujanza económica del mismo; así, al patrimonio recibido inicialmente por Catalina de Ribera se le sumó, a su muerte, el de su hijo Fadrique Enríquez de Ribera, I marqués de Tarifa, quien ya expresó en su testamento la voluntad de que el emplazamiento del mismo cambiase desde Santa Catalina a otro más adecuado en la Macarena, erigiéndose un edificio suntuoso e inmenso que respondiera a las necesidades de las mujeres enfermas que no tuviesen dolencias incurables o contagiosas de Sevilla, a quienes, en principio estuvo destinado. La fábrica sólo pudo edificarse gracias al gran patrimonio recibido de estos benefactores y de otros que le siguieron en el tiempo, pero también merced a la labor de gestión y explotación practicada por los gestores responsables del mismo. Es evidente, que el control, fiscalización y, en general, la administración del patrimonio pudo ser una realidad como consecuencia de una oficialía preparada que se dedicaba en exclusividad a desempeñar sus responsabilidades, tal y como exigían todas y cada una de las constituciones del hospital. El incremento de personal, su cualificación y dedicación es, teóricamente, proporcional al desarrollo que cada hospital tuvo a lo largo de la Edad Moderna. Por ello, a medida que el tiempo transcurría, se percibe ese aumento, merced a la complejidad que la institución iba adquiriendo y a la madurez y perfeccionamiento técnico desde una óptica netamente administrativa y económica. Esa evolución es susceptible de ser estudiada a través de los textos constitucionales y estatutarios de cada uno de los hospitales. Este examen ha sido complementado con las posibilidades que brinda la abundante y generosa documentación conservada en los diferentes archivos de la ciudad. La ingente cantidad de bienes inmuebles (tierras, heredades, molinos, haciendas, rentas...), que algunos de estos hospitales llegaron a concentrar fue causa más que suficiente para que terminaran por especializarse en su control y rendimiento, repercutiendo, como es lógico, en la producción libraria y documental y en la aceptación de funciones más complejas por parte de sus gestores. Conviene saber quiénes eran los encargados de este control económico y documental en cada uno de los hospitales (patronos, administradores, mayordomos, secretarios, contadores, escribanos públicos, letrados y otro personal) que colaboraba de forma directa e indirecta. Identificados los responsables, se estudiarán y definirán sus funciones y su responsabilidad en la producción de instrumentos mediante la creación de series documentales, más o menos homogéneas en el tiempo. En este sentido, será interesante hacer un análisis comparativo entre la producción documental de unos y otros hospitales, con el fin de establecer las semejanzas y divergencias que puedan existir, análisis que se pretende extender también a las funciones de los oficiales encargados de su gobernanza y administración, confrontándolos con los de establecimientos de similares características de otros lugares de España, preferiblemente con los más antiguos o de épocas coetáneas. El segundo objetivo de este proyecto de investigación se centra en el estudio y análisis de los denominados libros de protocolo de bienes. En número aproximado, el Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla conserva más de cincuenta libros pertenecientes a los hospitales, cuyos fondos se conservan en esa institución. Pero no son los únicos, ya que en el Archivo Histórico Provincial, donde se encuentran los del Hospital de la Misericordia, se hallan otros treinta y tres volúmenes, que unidos a los de otros archivos, como el del Hospital de los Venerables Sacerdotes y el de la Caridad disparan vertiginosamente su número. Pese a ello y a que muchos de esos libros se autodenominan «protocolos de bienes», en muchas series documentales se han incluido otros que podrían ser susceptibles de no serlos y viceversa, es decir, otros que lo son y no han sido incluidos en sus respectivas series documentales. De ahí que lo primero que se pretenda hacer es tratar de dar una definición clara que aglutine la diversidad tipológica que los libros protocolos de bienes ofrecen, atendiendo a sus características esenciales, referidas tanto al contenido como al continente. Establecidas las características y parámetros que los definen, se clasificarán atendiendo a las semejanzas y divergencias que presentan. La perdurabilidad del uso de estos libros en el tiempo, empleados para la gobernanza de las instituciones hospitalarias de la ciudad, así como para la gestión y administración del patrimonio mueble e inmueble, ha propiciado que cada hospital, según sus necesidades organizativas, tuviese un número desigual de ellos. El hecho de que un mismo libro fuese empleado durante muchos años hasta que, por una serie de razones que serán estudiadas, se hiciese otro nuevo con características diferentes y con una organización distinta, o semejante, permite trazar su evolución desde su nacimiento hasta su consagración a principios del siglo XVII, momento en el que los libros ganan en profusión decorativa y en multitud de grafías, quedando tipificados en los textos constitucionales de algunos hospitales. La dispar funcionalidad de estos códices diplomáticos es razón más que suficiente para que la investigación se adentre en conocer cómo se materializa su composición interna y su contenido para responder a unas necesidades de tipo económico, hacendístico, de gestión del patrimonio e, incluso archivístico. A este respecto, es evidente que el peso que estos libros tuvieron para los oficiales de los diferentes establecimientos se percibe en su versatilidad, en el conjunto de la información que recogen y en su utilidad como libros organizadores del patrimonio, de la hacienda y del archivo de los hospitales. Así mismo, será de interés trazar ciertos paralelismos con otros tipos de códices diplomáticos frecuentes en algunas casas nobiliarias y otras grandes instituciones con patrimonios extensos. Las analogías se harán atendiendo al contenido, a la estructura y, en definitiva, al aparato interno del protocolo, sin obviar los caracteres extrínsecos. No es objeto de este trabajo la realización de un análisis pormenorizado de cada uno de los protocolos hospitalarios que se conservan tanto en el Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla como en otros fondos de la ciudad, sino de aquellos que por su valor testimonien algunas de sus características más importantes y sirvan como elementos definidores de los mismos. En este sentido, se ha procedido a una selección de aquellos volúmenes más interesantes, ahondando en aquellas cuestiones que permitan sostener diversas hipótesis del libro como objeto de estudio, su autoría, su comportamiento a través del tiempo, su estructuración, su composición y su materialidad. Desde esta perspectiva, resulta de gran valor el análisis de todos y cada uno de los elementos que se constituyen como parámetros identificativos de una tipología de libro que hundía sus raíces en prácticas administrativas medievales y que fueron adaptándose a los diferentes gustos y necesidades de la Edad Moderna. Incompleto quedaría este trabajo sin que se analizara la orientación que tuvo el protocolo de bienes para los oficiales de cada establecimiento, o dicho de otra manera, las diferentes funcionalidades que adquirió; así, nacidos al calor de una finalidad orientada a la gestión de un patrimonio y a la defensa de unos derechos y privilegios, el protocolo de bienes fue asumiendo nuevos roles que le dieron una significación distinta, jugando un papel esencial en el día a día de estas instituciones. Por esta razón, también será objeto de estudio las eventuales funciones que tuvieron los protocolos, transformándose en los libros rectores por antonomasia y estableciéndose una relación recíproca con otros libros y documentos de finalidades análogas. La interdependencia de unos libros con otros y la materialidad resultante de prácticas afines para el gobierno institucional son aspectos que han quedado bien definidos y delimitados. Desde el punto de vista metodológico, la investigación se ha concretado en la realización de una tesis susceptible de ser dividida en dos grandes apartados: en la primera parte se concretan todos los pormenores de las estructuras de gobierno, desde su nacimiento hasta el siglo XVIII, momento en el que los hospitales más importantes de la ciudad desarrollaron una praxis administrativa lo suficiente madura que les brindaba la posibilidad de disfrutar de un patrimonio, legado desde antaño, que permitía el sostenimiento de una obra pía destinada a paliar aquellas deficiencias sociales y médicas de una sociedad polarizada en ricos y pobres, aunque con un sector medio en franco ascenso. La segunda parte, comienza adentrándose en el mundo del libro dentro de la hospitalidad sevillana, partiendo de presupuestos amplios y generales que hacen alusión al uso de libros desde diferentes aspectos (religiosos, médicos, administrativos o culturales). Con posterioridad, se identifica aquella tipología libraria destinada al gobierno hacendístico y a la administración de propiedades, trazándose su evolución hasta derivar en modelos que se aproximan a lo que, luego, se le denominará protocolos de bienes. Definidos y caracterizados tomando como referencia el modelo teórico de las constituciones y ordenanzas, así como de su realidad material, no siempre convergente, clasificándolos atendiendo a diversos parámetros. Finalmente, se exponen los protocolos de algunos de los hospitales más representativos de la ciudad, así como aquellos libros que han tenido un uso parecido en otras localidades de España, subrayando parecidos y diferencias. Como no podía de ser de otra manera se ha echado mano, con carácter preferencial, de las fuentes primarias, sobre todo porque, aunque la temática hospitalaria ha gozado de predicamento historiográfico en Sevilla, no existen trabajos orientados al objeto de estudio. En este sentido, la investigación no se ha circunscrito a los archivos locales, antes al contrario se han consultado y estudiado un variado número de fondos provinciales, regionales, autonómicos y nacionales. La finalidad ha sido la de intentar contextualizar al protocolo dentro de tendencias generales y modelos genéricos de libros de similar orientación, de forma que pueda entenderse al fenómeno dentro de un todo y no como una peculiaridad local. Por ello, se han hecho pesquisas en importantes secciones del Archivo General de Simancas, Archivo Histórico Nacional, Archivo General de Indias o el Archivo General de Andalucía, entre otros. Gracias a esto ha sido posible identificar libros de diferente nomenclatura pero con características y finalidades parecidas, por lo que el protocolo de bienes sevillano debe ser encuadrado dentro de una amplia gama de libros confeccionados durante la Edad Moderna que se inspiraron en otros códices medievales, que sirvieron de simientes y referentes en su concepción intelectual y, a veces, material. La versatilidad del protocolo de bienes ofrece una información que abunda extraordinariamente en el patrimonio y en los privilegios y rentas de la hospitalidad sevillana. Evidentemente, desde el análisis de las Ciencias y Técnicas Historiográficas se ha tratado de conciliar el tratamiento histórico, aunque el libro ha servido como vehículo transversal para la realización de una tesis en la que converjan diferentes materias como la Diplomática, Paleografía, Archivística, Codicología o Heráldica. Con todo, la Historia, a cuya maternidad se debe nuestra disciplina, ha servido como epicentro desde el que articular el contenido del trabajo, individualizándose algunos aspectos históricos de aquellos establecimientos que mayores carencias presentaban, aportándose noticias novedosas que ponen en entredicho lo que la historiografía ha tenido hasta el momento como cierto. Aunque no era el objeto principal de la tesis doctoral, se ha estudiado el patrimonio de algunos hospitales, para lo que, además de citarse explícitamente el mismo, se han hecho tablas que extractan el contenido de cada uno de los asientos que conforman el protocolo de bienes. Queda así, en parte, no sólo estudiado el aparato interno y externo del libro, sino su contenido, sin el que difícilmente puede llegar a entenderse. Las citas bibliográficas han quedado dispuestas en el pie de página siguiendo criterios de la dirección, con expresión del apellido del autor, año de publicación y página que se cita, conteniéndose en la bibliografía el resto de la información. En cuanto a las citas documentales, éstas se han hecho empleando las siglas del archivo, el fondo, la sección, la signatura y el expediente, documento, carpeta y folio. Al final de la tesis doctoral se encuentra un apéndice con algunos documentos de testamentos y constituciones transcritos en su integridad y que enriquecen el contenido de cada uno de los capítulos. Del mismo modo, se han reproducido algunas imágenes de la documentación citada que permite la visualización de lo que ha sido apuntando, habiéndose de hacer constar que se han digitalizado todos los protocolos de bienes del Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla, así como otras fuentes del mismo, entregándose copia a la institución para evitar futuras consultas de los originales más maltratados.