La influencia del islam politico en la arquitectura de seguridad mundial Luis Astorga González programa de doctorado en seguridad internacional Francisco José

  1. ASTORGA GONZALEZ, LUIS FRANCISCO
Dirigida por:
  1. Francisco José Ruiz González Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 26 de noviembre de 2020

Tribunal:
  1. Carlos Echeverría Jesús Presidente
  2. Federico Aznar Fernández-Montesinos Secretario/a
  3. José Ignacio Castro Torres Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 647084 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Esta tesis explica cómo ha afectado a la Sociedad Internacional la entrada en el panorama geopolítico global del islam como ideología. A esa expresión ideológica de la religión islámica la denominamos, siguiendo la terminología usada por la mayoría de los académicos, islam político. Un movimiento que tiene varias capas superpuestas: una base religiosa —el islam—, un sustrato ideológico elaborado durante el siglo XX —que podemos encontrar, entre otros autores, en las ideas de Sayyed Qutb—, un entramado asociativo que apoya y da relevancia social a la ideología —cuyo mejor exponente son los Hermanos Musulmanes— y una expresión violenta, constituida por las organizaciones terroristas de la yihad, siendo las dos más importantes y conocidas Al Qaeda y el Estado Islámico. El islam político, que goza de un apoyo popular relevante, se ha desarrollado en un largo proceso histórico de más de un siglo y responde a diversas dinámicas de cambio social, dinámicas en las que las emociones han jugado un papel muy relevante. Se ha producido en ese proceso histórico un cambio de hegemonía cultural (en los términos descritos por Gramsci) que ha convertido el islam político en un referente cultural omnipresente en la mayoría del mundo arabo musulmán. Un referente con voluntad y capacidad de determinar todos los aspectos de la vida política, social y económica de las comunidades en las que se ha transformado en hegemónico. La expresión violenta del islam político lo constituyen las organizaciones de la yihad, que pretenden ocupar el poder político en los Estados arabo musulmanes y refundar el califato. Occidente se convirtió en el objetivo preferente de sus acciones terroristas con un doble propósito: en primer lugar, ganarse a la opinión publica árabe. Y en segundo lugar, hacer intervenir militarmente a Occidente para incrementar el número de Estados fallidos en el mundo arabo musulmán, Estados que, desde su análisis, solo podrían recobrar el orden con el gobierno del islam político. Se persiguió así el objetivo final –recrear el califato- de manera indirecta, en un esfuerzo que estimaban sería a muy largo plazo. Sin embargo, las circunstancias de Siria e Iraq permitieron acelerar las fases de la estrategia trazada inicialmente por Al Qaeda para alumbrar al nacimiento del califato, institución que encarnó durante un breve periodo de tiempo el Estado Islámico. Esa estrategia de la yihad ha minado a la Sociedad Internacional y al entramado político jurídico que constituye la Arquitectura de Seguridad Mundial: las Naciones Unidas y en particular su Consejo de Seguridad. La voluntad de promover una sociedad liberal transnacional de inspiración Kantiana, voluntad que inspiró la creación de Naciones Unidas tras el final de la Segunda Guerra Mundial, está muy debilitada. Y está dando paso a un panorama en el que parece que el recurso a la fuerza para la resolución de las disputas entre Estados vuelve a ser una herramienta legítima.