Curva de aprendizaje de la ecografía urológica practicada por personal no experimentado en una unidad docente pluriprofesional

  1. Redon Gálvez, Laura
Dirigida por:
  1. Álvaro Páez Borda Director/a
  2. Rafael de Arce Borda Director/a
  3. E. Lledó García Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 02 de febrero de 2022

Tribunal:
  1. Marcos Luján Galán Presidente
  2. Gonzalo García de Casasola Sánchez Secretario
  3. Rafael Rodríguez-Patrón Rodríguez Vocal
  4. Carmen González Enguita Vocal
  5. Ignacio Romero Cajigal Vocal
Departamento:
  1. Cirugía

Tipo: Tesis

Resumen

La enseñanza de la ecografía urológica está sometida al más absoluto empirismo. Además, la formación con el concurso de urólogos experimentados en ecografía se convierte en una inversión sumamente gravosa en términos de coste de oportunidad. En ese sentido, cualquier operativo que obviara la necesidad del especialista como docente representaría un gran paso adelante. El presente estudio pretende explorar las posibilidades de la formación en ecografía urológica cuando el módulo formativo se inserta en la rutina asistencial de un servicio de urología y actúan como docentes enfermeras ya cualificadas en ecografía. Además, y teniendo presente que el esquema didáctico propuesto tiene lugar en plena área de consultas, resulta imprescindible evaluar el alcance que puede tener en términos de satisfacción de los pacientes. Adicionalmente, por la ruptura de la dinámica asistencial que representa, es obligado indagar en el efecto que pudiera tener sobre la satisfacción profesional del personal involucrado. Finalmente, el estudio pretende establecer el coste de la formación en ecografía urológica de estudiantes de cuarto curso de medicina sin experiencia previa. Los resultados se evaluaron en términos de concordancia entre los 12 estudiantes participantes y una uróloga experta en ecografía. Siete de los doce participantes (7/12, 58,3%) alcanzaron un coeficiente de concordancia Kappa ¿0,67 con la uróloga ecografista en la exploración de ambos riñones. Trescientos treinta y un pacientes accedieron a responder a la encuesta de satisfacción (331/476, 69,5%). Al 68,3% (226/331) de los encuestados les pareció adecuado o muy adecuado ser explorado por un estudiante de medicina. Globalmente, el 95,5% de los pacientes manifestaron encontrarse satisfechos con la atención recibida. En la presente experiencia, ninguno de los participantes exhibió rasgos de síndrome de desgaste profesional. El coste de la formación de un estudiante por una enfermera experta en ecografía puede resultar un 25% inferior al que resultaría de la actuación de un urólogo experto como docente. Por lo tanto, el adiestramiento básico en ecografía urológica puede ser llevado a cabo por enfermeras, como prueban los resultados de concordancia diagnóstica entre un grupo de estudiantes adiestrados por dos enfermeras, y una uróloga experta. Sin embargo, la reiteración en la comprobación de la concordancia entre los estudiantes y un experto no siempre mejora los resultados, de modo que todo sugiere que las habilidades ecográficas más simples se desarrollan de modo muy precoz. El entrenamiento con pacientes con litiasis renal y/o hidronefrosis ya conocidas se traduce en un mejor grado de aprendizaje de los rudimentos de la ecografía. La utilización de la medición de los riñones como parte del módulo docente es un esfuerzo estéril. La satisfacción global del usuario que se ve involucrado en la experiencia puede ser excelente, y viene determinada principalmente por la información recibida sobre su enfermedad y por la amabilidad del personal; la incorporación del módulo docente en ecografía a la oferta asistencial del área de consultas no influye en la satisfacción global del paciente. El riesgo de que alguno de los participantes (estudiantes, urólogos o enfermeras) en un programa como el descrito desarrolle el síndrome de desgaste profesional es despreciable.