Tafonomía de los yacimientos paleontológicos de Batallones-3 y Batallones-10 (Vallesiense Superior, Madrid, España)

  1. Martín Perea, David Manuel
Dirigida por:
  1. María Soledad Domingo Martinez Directora
  2. Jorge Morales Romero Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2021

Tribunal:
  1. Sixto Rafael Fernández López Presidente
  2. Maria de los Angeles Alvarez Sierra Secretario/a
  3. Rosa Huguet Pàmies Vocal
  4. Rodrigo Tomassini Vocal
  5. Enrique Baquedano Pérez Vocal
Departamento:
  1. Didáctica de Ciencias Experimentales, Sociales y Matemáticas

Tipo: Tesis

Resumen

El complejo paleontológico del Cerro de los Batallones está situado a 30 km al sur de Madrid (España). El cerro contiene un total de nueve yacimientos paleontológicos vallesienses (Mioceno Superior), hospedados en unas cavidades con una apertura en la zona superior formadas por procesos de piping. Las partes inferiores de estas cavidades están dominadas por restos fósiles de carnívoros, mientras que las superiores contienen asociaciones más típicas, dominadas por restos de herbívoros. Batallones-3 corresponde a la parte inferior, dominada por carnívoros. En cambio, Batallones-10 corresponde a la parte superior de la cavidad, dominada por restos de herbívoros. Batallones-3 fue excavado entre 2001 y 2017. La excavación de Batallones-10 empezó en 2007 y sigue en proceso a día de hoy. Los yacimientos han sido excavados siguiendo protocolos estándar de excavación y documentando en detalle la extracción de restos. Los datos recogidos en campo incluyen, entre otros, la identificación taxonómica y anatómica del resto, los datos espaciales (coordenadas x, y y z) y la dirección y el buzamiento de restos alargados. Se han aplicado sistemas de inteligencia artificial a los datos espaciales para identificar niveles fosilíferos en cada yacimiento. Este método sigue tres pasos: (1) uso de Machine Learning no supervisado para el reconocimiento de agrupamientos por densidad, (2) aportación externa de expertos (Collaborative Intelligence Learning), para integrar datos geológicos, y (3) Machine Learning supervisado para perfeccionar el modelo. A través de esta metodología, se han identificado tres niveles fosilíferos en Batallones-3 y otros tres en Batallones-10. Los tres niveles de Batallones-3 (Batallones-3 Nivel I, II y III) están hospedados en una cavidad de 15 m de diámetro y 4 m de alto, con un cono de derrubios de 1 m de alto localizado justo debajo de la apertura superior de la cueva. Los tres niveles son asociaciones autóctonas, multitáxicas y multidominantes, con los macairodontinos Promegantereon ogygia y Machairodus aphanistus y el úrsido Indarctos arctoides siendo los taxones más abundantes. Aunque los restos fósiles están bastante fracturados fosildiagenéticamente, están bien preservados (completos, poco o nada meteorizados, y mínimamente afectados por abrasión). Unos pocos restos alóctonos, mal preservados de herbívoros fueron arrastrados e introducidos a la cavidad. Los datos tafonómicos apuntan a que la cavidad actuó como una trampa natural, donde los carnívoros activamente entraban en la cueva, probablemente en busca de agua, y quedaban atrapados. Batallones-10 contiene tres niveles fosilíferos (Batallones-10 Nivel I, II y III), que incluyen asociaciones autóctonas, multitáxicas y multidominantes, con un total de 15 especies de macromamíferos. Los datos de mortandad apuntan a un patrón de acumulación catastrófico, propiciado por periodos de sequía. La presencia de esqueletos parcialmente completos e incluso completamente articulados, junto con la ausencia de marcas de diente en los huesos, sugieren que los carnívoros no alteraron significativamente la asociación. La falta de humedad en el ambiente secó rápidamente los tejidos blandos, favoreciendo una alta articulación de los restos. Los animales, en especial herbívoros, se reunirían alrededor del pozo de agua de Batallones-10. Individuos débiles, como hembras embarazadas o individuos jóvenes, morirían de inanición (debido a la falta de vegetación durante las sequías) o por quedarse atrapados en el barro que rodea el pozo. Con el comienzo de las lluvias, grandes coladas, favorecidas por la falta de vegetación y la presencia de depósitos poco permeables como las margas ricas en sepiolita, enterrarían rápidamente los restos, reorientando algunos de ellos. Después del enterramiento, el propio peso del sedimento y la formación de slickensides produjeron fracturas fosildiagenéticas en los restos y favorecieron la precipitación de óxidos de manganeso y la corrosión de los huesos.