El vínculo canino-humano y sus consecuencias socioculturalesun estudio etnográfico multiespecie sobre los límites de la animalidad

  1. SANCHO EZQUERRA, JOSÉ CARLOS
Dirigida por:
  1. Débora Ávila Cantos Directora
  2. José Carlos Loredo Narciandi Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 18 de enero de 2023

Tribunal:
  1. Jesús Sanz Abad Presidente
  2. Adolfo Estalella Fernández Secretario
  3. Maria Encarnacion Mercedes Martinez Morant Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 787653 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

En las ciencias sociales, y en concreto en Antropología, lleva creciendo desde hace medio siglo una corriente que ha situado al ser humano en relación con el resto de especies animales con las que convive, no sólo a nivel simbólico o material como venía siendo tradición en estas ciencias, sino a nivel relacional, psicosocial y afectivo. Estas corrientes son las denominadas Estudios Humano-Animal, o Estudios Animales, más concretamente Antrozoología en los estudios de intimidad como el que se presenta en este trabajo. Siguiendo aquellas corrientes, esta investigación se centra en la relación íntima y personal que se construye entre perros y humanos convivientes en entornos urbanos, atendiendo a los diferentes aspectos que definen su relación y cotidianidad compartida. La especie canina lleva decenas de milenios compartiendo espacios y momentos con la especie humana, y ambas han ido coevolucionando en común a lo largo del tiempo, participando en actividades cinegéticas, sirviendo a diferentes propósitos como guardia o pastoreo, o generando vínculos de afecto y cercanía al mantener una continua interacción cotidiana. A día de hoy el perro goza de un estatus privilegiado sobre el resto de animales no humanos en el imaginario cultural globalizado, siendo este privilegio más acuciante en occidente, y en concreto en las ciudades. Su número también ha ido creciendo, y ha acabado estando presente en un gran porcentaje de núcleos familiares españoles. De ahí que se escogiera al perro como figura referente a la hora de llevar a cabo esta investigación, centrada en binomios humano-perro de la ciudad de Zaragoza. A lo largo de este trabajo se pretende incidir sobre el universo relacional de ambas especies, destacando los aspectos socioculturales que implica la convivencia entre ella y la consiguiente generación de espacios de intimidad y momentos de afecto. Para ello se utilizó una metodología cualitativa basada en la etnografía, llevando a cabo 30 entrevistas en profundidad a humanos convivientes en ese momento con uno o más perros. En esas entrevistas se intentó desgranar por un lado la vida diaria y cotidiana compartida entre ambas especies y por otro lado los lazos de afecto percibidos por el humano con respecto a la relación. La información recogida en las entrevistas se contrastó con observación participante en un parque de Zaragoza frecuentado por binomios canino-humanos y también por la autoetnografía del autor, que reflexiona acerca de su propia relación con los perros con los que convivía durante el desarrollo del trabajo. Los datos recogidos permitieron conformar una imagen general de la convivencia canino-humana en diversos aspectos: convivencia cotidiana, uso del espacio público, representaciones simbólicas sobre el mundo animal y canino, y los vínculos afectivos que surgen y condicionan las anteriores variables. Son precisamente estos vínculos afectivos, debido a su dimensión íntima y particular, los que surgieron como núcleo analítico, como unidad de medida con mayor especificidad que surgía de los estamentos generales y desembocaba en la generación íntima de espacios de encuentro entre especies. El perro, en estos intercambios afectivos, demostrará ser un agente social que influye psicosocialmente en su compañero humano y condiciona su universo simbólico, inserto en una relación de complicidad y vínculos afectivos que ambas especies van construyendo a través de la convivencia. Por otro lado, los datos recogidos también apuntan hacia un imaginario simbólico fuertemente marcado por la división naturaleza-cultura, que condicionará la relación entre ambas especies en tanto que el perro es identificado con la animalidad natural que se opone a la civilización cultural que suponen las ideas humanistas. Esta dicotomía animal-humano generará una serie de tensiones en la relación entre perro y humano tanto en la convivencia como, sobre todo, en los usos del espacio público, fuertemente discriminados en zonas adscritas a la actividad animal y las zonas de control antrópico. En definitiva, esta investigación pretende contribuir a las corrientes de estudio multiespecie en ciencias sociales, ilustrando el vínculo canino-humano desde una perspectiva sociocultural y holística, intentando recoger los aspectos más significativos de la relación, no sólo los materiales y simbólicos, sino también los afectivos y relacionales que ambas especies contribuyen a generar en su constante interacción.