El abandono de campos de cultivo en la Región de Murciacausas y consecuencias medioambientales y socioeconómicas

  1. Martinez Hernandez, Carlos
Dirigida por:
  1. Cayetano Espejo Marín Director/a
  2. María Asunción Romero Díaz Director/a
  3. José María Serrano Martínez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 14 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Purificación Ruiz Flaño Presidente/a
  2. Francisco Alonso Sarria Secretario/a
  3. Elizabeth del Carmen Andrade Limas Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El abandono de campos de cultivo es un fenómeno territorial con gran importancia en el sistema agrario reciente, donde se ha apostado por la intensificación agrícola y dinámicas industriales de mercado, lo que no todas las explotaciones han podido sostener. El objetivo principal de la Tesis es demostrar este hecho en la Región de Murcia, identificarlo, evaluarlo y tratar de determinar sus causas y efectos. La identificación de la superficie abandonada ha derivado en el diseño de una cartografía, según la cual el 4% de la tierra agrícola actual se encuentra en abandono (24.522 ha). Las comarcas más afectadas son la Cuenca de Fortuna-Abanilla y el Altiplano Jumilla-Yecla. Los cultivos más abandonados son: vid, tierras de labor y algarrobo. Existe superficie abandonada en casi cualquier altitud, pendiente y orientación; se extiende sobre las litologías y suelos más frecuentes; está en su mayor parte dentro de áreas con riesgos de erosión; y una quinta parte pertenece a la Red Natura 2000. Este diseño cartográfico pionero conforma una propuesta metodológica para identificar superficie abandonada en el régimen agrario actual, a través de la fotointerpretación de ortoimágenes, digitalización y tratamiento en un SIG, situando el umbral con el sistema agrícola tradicional en 1981 por criterios fotogramétricos e históricos, dando lugar a una base de datos georreferenciada de valor y que constituye la base para cualquier estudio posterior. Las causas del abandono tienen lugar en un contexto agrícola determinado, cuyos componentes pueden percibirse como indicadores del fenómeno, según las explotaciones estén mejor o peor adaptadas. Mediante un estudio de marcado carácter econométrico, se ha comprobado que son, principalmente, una escasa población rural, agricultura de alta mecanización y cualificación, intensificación del riego y de la producción, concentración empresarial, diversificación de cultivos, suelos sobreexplotados… Este contexto regional determina las causas locales, de tipo medioambiental, socioeconómico o en combinación. Entre las primeras, cuantificadas a través de un modelo matemático (random forest y regresión logística) que ha generado un mapa de riesgo de abandono, destacan: condiciones climáticas, pendiente, distancia a áreas naturales, régimen de secano y suelos de menor vocación agrícola. Por su parte, las causas socioeconómicas más mencionadas, cuantificadas mediante un muestreo social, son: la idea de un excesivo aumento de los costes de producción, la especulación por venta o alquiler de tierras, el reducido tamaño de la parcela, la desactualización en las formas de producción, la jubilación sin descendencia profesional y la despoblación rural. Los efectos del abandono, interrelacionados, se han estudiado desde una perspectiva ambiental, por un lado, a través de análisis edafológicos, evaluaciones geomorfológicas, simulaciones de lluvia y muestreos ecológicos; y, por otro lado, socioeconómica, mediante un estudio de configuración paisajística de las unidades territoriales de abandono, la cuantificación de las expectativas futuras según un muestreo social y datos preliminares de ocupación más reciente del suelo, y el análisis de la política de gestión del abandono, a partir de la PAC (Política Agrícola Común). Se ha comprobado que los efectos medioambientales dependen mayoritariamente de la litología. En general, la calidad del suelo mejora con el abandono, más en parcelas sobre rocas metamórficas que en margas y depósitos aluviales/coluviales, donde precisamente se han registrado las mayores evidencias de erosión, algunas extremas como el piping, que genera pérdidas de suelo muy elevadas. La erosión hídrica, que localmente depende de la pendiente y la cobertura del suelo (vegetal y pedregosa), es más intensa en margas debido a una menor capacidad de infiltración y una escorrentía mayor, lo que moviliza más carga de sedimentos. La mayor riqueza floral total se ha registrado en las parcelas metamórficas del piso Mesomediterráneo, siendo claves para la colonización las áreas naturales del entorno y los elementos internos de las parcelas. Las especies endozoócaras más efectivas son Pistacia lentiscus y Rhamnus lycioides (parcelas metamórficas y calizas, donde destacan las especies inhibidoras), y el Asparagus horridus en el caso de las parcelas margosas (más especies facilitadoras). El paisaje del abandono más frecuente es el dominado por el entorno agrícola, pudiéndose distinguir diez tipos de unidades de paisaje. La voluntad general de los propietarios es no recuperar el cultivo, para seguir igual o vender/alquilar. De hecho, la superficie cartografiada en 2011 se mantiene en abandono al 90% en 2013, en una misma tendencia para 2016, lo que da cuenta del marcado carácter estructural del fenómeno. La gestión agraria suele frenar el abandono porque busca incentivar la agricultura activa. Sólo la mejora agroambiental de abandonos en espacios protegidos parece haber tenido éxito medioambiental, aunque sin apenas incidencia territorial y social. En tierras calizas y metamórficas puede incentivarse el abandono, para crear corredores ecológicos, expandir áreas forestales o constituir bandas cortafuegos y de paisaje más heterogéneo, mientras que en parcelas margosas se deben procurar actuaciones de conservación edáfica y especies fijadoras. Se concluye que el abandono es un fenómeno de enorme trascendencia, tanto por su extensión como por su elenco de causas y efectos. Las parcelas cuya explotación no se ha actualizado, o no se ha llevado a cabo con sostenibilidad, han terminado abandonadas, y esto provoca una gran cantidad de efectos de todo tipo, los cuales, ambientalmente, pueden ser positivos o negativos, en función general de la litología. Su conocimiento preciso es vital para una adecuada gestión territorial, más si cabe teniendo en cuenta, en sus efectos socioeconómicos, el contexto actual del cambio climático y que se trata de un fenómeno muy estable, que, asimismo, ha generado importantes cambios en el paisaje. Sin embargo, hay un profundo déficit en la gestión pública del abandono, que podría solventarse a partir del conocimiento científico aplicado que aporta la Tesis.