Mecanismos jurídicos para la cooperación en seguridad entre México y EE.UU.un paso hacia la integración de América del Norte. Opciones para una estrategia mexicana

  1. López Álvarez, Alma
Dirigida por:
  1. Mariola Urrea Corres Director/a

Universidad de defensa: Universidad de La Rioja

Fecha de defensa: 30 de noviembre de 2018

Tribunal:
  1. Soledad Torrecuadrada García-Lozano Presidente/a
  2. Alicia Cebada Romero Secretario/a
  3. Elena Conde Pérez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Garantizar la seguridad es una de las mayores responsabilidades asumidas por un Estado donde las fronteras cada vez más abiertas vinculan los aspectos internos y externos de la seguridad. La seguridad se logra a través de la defensa, la diplomacia y el desarrollo. Por lo tanto, la adecuación de los países para la cooperación en materia de seguridad y defensa en América del Norte responde a la necesidad de reconocer las condiciones del contexto internacional mediante el establecimiento de una asociación progresiva de los Estados: coordinación-cooperación-integración. En el curso del reconocimiento del contexto internacional bajo diferentes supuestos académicos y políticos, la mayoría de las comunidades epistémicas conciben una nueva etapa en el desarrollo regional en América del Norte. Esta fase se centra en dos extremos de un debate entre minimalistas, que propone una adaptación superficial del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y maximalistas, que sugieran una entidad como la Unión Europea o una combinación de los dos procesos. En el año 2007 se presenta una variedad de ideas que van desde aquellos que creen que una comunidad debe existir en América del Norte, a las posiciones oficiales reflejadas en la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, ahora conocida como Cumbre de Líderes de América del Norte, que muestran la necesidad de dar nueva vida al tratado en un marco de mayor seguridad. Los Estados y las sociedades se enfrentan a una nueva configuración transnacional dentro de una estructura que vincula lo local a lo subregional, hemisférico y global. De hecho, dentro de la Unión Europea es complejo, poner de acuerdo a los veintiocho Estados. Sin embargo, en América del Norte solo hay tres Estados, lo que podría traducirse en una ventaja para llegar a acuerdos. El complejo de la seguridad europea, SICA, CARICOM y MERCOSUR, juntos, ejemplifican una visión estratégica y coherencia a la hora de reflexionar sobre la multidimensionalidad. El imperativo ahora es gestionar las opciones de forma simultánea. Si los EE.UU., Canadá y México deciden profundizar sus relaciones de seguridad elegirán el camino del progreso y el desarrollo sostenible, de lo contrario elegirán el de la inmovilización, la inseguridad y la delincuencia "organizada". La profundización de las relaciones entre los países de América del Norte promete beneficios continuos, por esta razón, el avance hacia una región más segura e integrada no es algo que se debe evitar. El problema radica en la falta de voluntad política para llegar a una profundidad tal y en la pérdida de credibilidad en los EE.UU. La seguridad también depende de tener una frontera que pueda operar con eficacia, y de compromisos de los gobiernos a largo plazo. Los tres países enfrentan amenazas comunes, desde el terrorismo hasta el tráfico de drogas y el crimen organizado internacional. Hacer frente a estos peligros es un gran reto y una responsabilidad compartida que requiere soluciones creativas y bilaterales o multilaterales, y donde el regionalismo puede ser una medida que permita un proceso de cooperación internacional más sensible a las preocupaciones políticas internas. El crecimiento del comercio entre estos países y la trilateralización de la industria, con el tiempo hará que la armonización de la reglamentación sea necesaria. No tener un marco legal en seguridad que sea vinculante produce incertidumbre. La conclusión de la base jurídica o no por el llamado soft law, tendrían que ser resueltos con respecto a las leyes de los países. Pero antes existe la necesidad de una transformación de la defensa como una tarea pendiente del Estado mexicano, en los campos de legislación, estructura, capacidades y recursos. La defensa necesita un enfoque diferente que destaque lo conjunto y multinacional, será un proceso de redefinición de las funciones constitucionales de las fuerzas armadas lo que hará posible superar las debilidades con más cooperación.