La música secreta del ritmoCicerón, Quintiliano y J. S. Bach
- Fernández Roldán, Olga
- Alvaro Torrente Sánchez-Guisande Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 25 de junio de 2018
- Cristina Bordas Ibáñez Presidenta
- Ruth Piquer Sanclemente Secretaria
- Thomas Schmitt Vocal
- Emilio del Río Sanz Vocal
- Rubén López Cano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El presente estudio aborda el sistema retórico tal y como lo consideraron los oradores M. T. Cicerón y M. F. Quintiliano, oradores vinculados a la ciudad de Roma en los siglos I. a. C. y I. d. C. respectivamente. Entre todas las investigaciones y propuestas realizadas a lo largo de los cinco siglos de desarrollo de la ciencia retórica para entonces, entendemos que el sistema retórico que configuraron ambos es el más completo y universal de todos los posibles. Dicho sistema extendió su influencia más allá de los límites de su tiempo, de tal manera que permeó la cultura europea durante el Renacimiento, el Barroco, y el siglo de la Ilustración. Lo hizo en cada momento en distinto grado, con muy diversas repercusiones a lo largo del tiempo en cada cultura de las que fueron configurando Europa, según ésta transitaba por las distintas fases de su Historia. En la primera parte proponemos un recorrido por los aspectos más significativos del sistema retórico romano tal y como lo configuraron Cicerón y Quintiliano. Hemos buscado recuperar la definición de lo que ambos proponen con total evidencia como núcleo del sistema en sus tratados: el orador perfecto. Serán sus tratados sobre oratoria, fundamentalmente, los que guíen el itinerario para trazar tanto el perfil de dicha figura, como las ramificaciones del sistema retórico que brotan del mismo. En la segunda parte hemos llevado a cabo una observación exhaustiva al respecto de la presencia de la figura del orador perfecto en el mundo musical del s. XVIII. Para ello hemos realizado una selección de tratadistas musicales de dicho siglo, fundamentada en dos criterios. Del mismo modo que los oradores romanos aunaban experiencia y reflexión teórica, hemos buscado que los tratadistas contemplados del s. XVIII ofrecieran la misma síntesis. Por otro lado, nos ha parecido significativo que la mayoría pertenecieran a la tradición germana, por ser ésta la que conserva el sistema retórico durante el s. XVIII con una mayor trascendencia en la cultura. P. F. Tosi, J. Mattheson, J.J. Quantz, C. P. E. Bach, y L. Mozart, nos van a mostrar en qué medida el pensamiento musical, la interpretación, están en deuda con los tratadistas romanos. Al mismo tiempo, sus reflexiones revelarán que la figura del orador perfecto se halla desdibujada, casi totalmente ausente, relegada al inconsciente de la cultura. Todos ellos, excepto el primero, son de tradición germana y escriben sus tratados en torno a la mitad de la centuria. Tosi, italiano que publica al inicio del siglo, nos ha parecido significativo para constatar las consecuencias que la expansión de la Ilustración va a tener en la configuración de la Europa moderna, consecuencias que se hacen evidentes tanto en las diferencias como en las coincidencias que van a emerger entre él y los tratadistas mencionados. En la tercera parte realizaremos una inmersión en todo lo relativo al discurso retórico musical realizando una aproximación retórica a dos arias que corresponden al mismo punto narrativo de sendas Pasiones, Pasión según S. Juan, y Pasión según S. Mateo de J. S. Bach: la negación de Pedro. El compositor y su discurso sonoro van a revelar una familiaridad absoluta con el universal del orador perfecto que dibujan los tratadistas romanos, perfil diluido cada vez más en un tiempo de profundo cambio como fue el s. XVIII. El grado parcial en el que los ecos de la Antigüedad clásica resuenan en el siglo que inaugura la modernidad nos descubre cuál es la raíz de nuestra comprensión de lo artístico, de lo escénico, actualmente. Señala lo que habría que considerar para alcanzar una comunicación plenamente retórica en el repertorio que la exija, más allá de los desafíos técnicos que la música imponga, del preciosismo en el que hemos transformado la búsqueda de la belleza, así como de la velocidad de los diversos sistemas de producción artística, tanto del pasado como del presente.