Bajo el control obreroLa prensa diaria en Madrid durante la guerra civil, 1936-1939

  1. Mateos Fernández, Juan Carlos
Dirigida por:
  1. Mirta Núñez Díaz-Balart Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Año de defensa: 1997

Tribunal:
  1. Juan Hernández Andreu Presidente
  2. Ángel Bahamonde Magro Secretario
  3. Josep Maria Figueres Artigues Vocal
  4. María Dolores Sáiz García Vocal
  5. María Fernanda Mancebo Alonso Vocal
Departamento:
  1. Periodismo y Comunicación Global

Tipo: Tesis

Teseo: 59498 DIALNET

Resumen

El panorama informativo en el Madrid de los días previos al estallido de la guerra civil era de una extraordinaria vitalidad. La abundancia de cabeceras diarias no tenia, sin embargo, como contrapartida, una circulación restringida. En la mayor parte de los casos sucedía todo lo contrario. Los 16 diarios que entonces se publicaban, tenían una difusión conjunta muy superior al millón de ejemplares diarios, cuando la población de la capital aun no alcanzaba aquella cifra. Como sucedió con todo el tejido productivo, la prensa periódica también fue afectada por la oleada revolucionaria. La prensa antirrepublicana fue incautada no tanto por los trabajadores, o por el resto de las organizaciones políticas y sindicales, sino por el sindicato grafico de la unión general de trabajadores, UGT, mayoritario en la zona centro. En las primeras horas de la tarde del 20 de julio, el gobierno republicano anuncio por la radio la incautación de la prensa derechista. "los periódicos ya, debate, informaciones, el siglo futuro y el ABC -decía el ejecutivo- han sido incautados por el gobierno, pasando a ser propiedad del estado". Sin embargo, ninguno de aquellos diarios habia sido entonces incautado, y mucho menos por un gobierno desprovisto de cualquier poder real. Pocas horas mas tarde comenzaba ese mismo proceso socializado, en el que seria determinante la actuación de la federación grafica española, UGT, a través de uno de sus órganos, el llamado "comité de enlace de artes graficas". ABC e informaciones prosiguieron su publicación, bajo el control de unión republicana y del PSOE -como portavoz desde 1937-, mientras en el resto de la prensa, la republicana, los propios trabajadores establecían sendos "consejos obreros", participando activamente en el desenvolvimiento de dicha prensa.