Formación y evolución de una oligarquía locallos regidores de Lorca

  1. Robledo del Prado, María Luisa
Dirigida por:
  1. María Victoria López-Cordón Cortezo Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Año de defensa: 1995

Tribunal:
  1. Juan Ignacio Gutiérrez Nieto Presidente
  2. María Teresa Nava Rodríguez Secretaria
  3. Jerónimo López-Salazar Pérez Vocal
  4. María Teresa Pérez Picazo Vocal
  5. Ignacio Atienza Hernández Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Como en otros concejos castellanos, el poder local en Lorca (Murcia) aparece a finales del siglo XVII en manos de una serie de linajes municipales. En un altísimo porcentaje se trata de familias con larga tradición en el ayuntamiento. Nuestra investigación permite afirmar que, antes de 1490, el poder local estaba en manos de determinadas familias y que los oficios de regidores eran ya hereditarios. Desde un punto de vista social se trata de un patriciado caballeresco que había servido a la monarquía en la guerra de Granada. La paz les hizo reconducir sus fortunas. El gobierno local y su interesada administración serán sus nuevos objetivos. A lo largo de la edad moderna es, pues, una nobleza media de raíces guerreras y en menor medida burocrática la que se asienta en el regimiento lorquino. Las ventas de los oficios de los Austrias no lograron alterar el perfil de la oligarquía; esta es la singularidad del caso lorquino. El concejo se hidalguiza. Los familiares de la inquisición abundan entre sus miembros. Los mas notables consiguen vestir hábito de Santiago pero los títulos son, incluso en la primera mitad del XVIII, escasos, la patrimonialización del poder local llega a niveles verdaderamente altos durante el reinado del primer Borbón. Todos los oficios son perpetuos, de manera que unas pocas familias, con un cada vez mas cercano grado de parentesco, se reparten la gestión municipal. Desde el punto de vista económico hay que destacar que la oligarquía culmina entre 1650 y 1710 un proceso de vinculación de bienes iniciado en el siglo XVI. Bajo la fórmula de mayorazgos y sobre todo capellanías, los regidores vinculan y traspasan de generación en generación sus más seguras propiedades: inmuebles urbanos, agua tierra, sus propios oficios públicos... Desde un punto de vista institucional predomina la concordia en las relaciones entre la oligarquía y el poder central. Probablemente porque hubo un tácito entendimiento entre el corregidor de turno y los regidores, aunque también se dieron excepciones. Con la administración borbónica aumenta el control sobre la hacienda local, pero también sobre los propios regidores han de pagar un nuevo impuesto, el valimento; se exige su presencia a los sesiones de concejo y se trata de evitar la concurrencia de hermanos y primos hermanos en el ayuntamiento. Las medidas reformistas no alteraron, sin embargo, los hábitos seculares de los regidores.