España-Marruecos (1996-2002)un modelo de política exterior para el Magreb

Laburpena

Las relaciones bilaterales hispano-marroquíes, desde los enunciados de la política exterior española, durante el marco temporal estudiado, 1996-2002, representan un interesante objeto de análisis, dado el dinamismo y la complejidad de las mismas. Así como por ser Marruecos, el actor magrebí, con el que mantenemos un trato bilateral ponderado. En sus diversos ámbitos, políticos, económicos, socio-culturales y geoestratégicos, generan un bloque compacto, que bajo el paraguas del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación (1991) cubre todos los aspectos relevantes de la misma. Este Acuerdo es el marco de referencia de la política exterior que España quiere aplicar para la región magrebí, teniendo en cuenta los condicionantes y las potencialidades: la condición de países mediterráneos y vecinos marca una improta, las relaciones políticas son una constante, las económicas muy activas, y la cooperación en una dinámica creciente. Sin olvidar aquellos elementos estructurales que gravitan en la estricta bilateralidad hispano-marroquí: las cuestiones territoriales (Sahara, Ceuta y Melilla), la pesca y un nuevo factor determinante, la inmigración.