Estima de la capacidad de carga de la trucha común "salmo trutta" en los ríos de Navarraaplicaciones a su gestión y conservación
- Ana Almodóvar Pérez Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 31 de marzo de 2008
- Benigno Elvira Payán Presidente
- Valentín Buencuerpo Arcas Secretario
- Carlos Fernández Delgado Vocal
- Graciela Gomez Nicola Vocal
- María del Mar Torralva Forero Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La capacidad de carga de un río se define como la mayor abundancia de peces, ya sea en términos de densidad o biomasa, que dicho río puede soportar en condiciones naturales durante el periodo de menor hábitat disponible. La capacidad de carga permite, en consecuencia, conocer la abundancia potencial que pueden albergar los sistemas fluviales y, por tanto, evaluar el estado de conservación de las poblaciones y analizar los cambios producidos en ellas como consecuencia de alteraciones en el hábitat u otros impactos de origen antrópico. Por todo ello, la determinación de la capacidad de carga es particularmente útil para la gestión de las poblaciones. El objetivo fundamental del presente trabajo fue el de estimar la capacidad de carga de los sistemas fluviales para la Trucha Común Salmo trutta, y así poder evaluar el estado de conservación de sus poblaciones. Para ello, se desarrolló un método basado en la integración de diversos modelos hidráulicos y biológicos. La capacidad de carga se determinó como la relación existente entre el hábitat disponible cuantificado mediante simulaciones realizadas con el Sistema de Simulación del Hábitat Físico (PHABSIM) y los requerimientos espaciales mínimos de los individuos, estimados mediante un modelo de tamaño de territorio. La aplicación práctica de la metodología se llevó a cabo en 51 localidades de estudio situadas en los principales ríos trucheros de la Comunidad Foral de Navarra pertenecientes a la cuenca del Ebro. En la cuenca del río Aragón, tanto los factores de origen antrópico (número de presas) como factores ambientales (temperatura) determinaban el estado de conservación de las poblaciones, mientras que en las cuencas de los ríos Arga y Ega, la alteración de la calidad del agua debido a usos agrícolas y ganaderos determinó el bajo estado de conservación de éstas.