Caracterización de linfocitos T reguladores y células dendríticas en pacientes con esclerosis múltiple recurrente-remitente

  1. Aristimuño Villamayor, Carolina
Dirigida por:
  1. Silvia Sánchez-Ramón Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de octubre de 2008

Tribunal:
  1. Mónica de la Fuente del Rey Presidenta
  2. Emilio Gómez de la Concha Secretario
  3. Juan Antonio García Merino Vocal
  4. José Miguel Sempere Ortells Vocal
  5. Pilar Palomino Díaz Vocal
Departamento:
  1. Inmunología, Oftalmología y ORL

Tipo: Tesis

Resumen

La esclerósis múltiple (EM) es la enfermedad neurológica más frecuente en adultos jóvenes en Europa y Norteamérica, con incidencia creciente en líneas generales en todo el mundo. Se considera actualmente que la EM está mediada por linfocitos TCD4+ autorreactivos dirigidos frente a antígenos de la mielina del Sistema Nervioso Central (SNC) que atraviesan la barrera hematoencefálica procedentes de sangre periférica y que, mediante complejos mecanismos inmunológicos producen desmielinización, con déficits neurológicos parcialmente reversibles. Posteriormente se produce daño axonal, ya irreversible, que según estudios inmunohistoquímicos se correlaciona con el número de macrófagos y linfocitos TCD8+ en las lesiones de EM. Numerosas evidencias señalan a las células dendríticas (CDs) como responsables de la activación de dichos clones autorreactivos en la EM, y por tanto, con un papel crítico en su fisiopatogenia. A su vez, las CDs tendrían la función dual de inducir y de silenciar respuestas autorreactivas in vivo. Por otra parte, los linfocitos TCD4+ reguladores (Treg) desempeñan un importante papel en la homeóstasis inmunológica y en el mantenimiento de la tolerancia periférica. Se ha demostrado que los Treg de pacientes con EM presentan un defecto en su capacidad supresora, siendo este defecto funcional clave en la fisiopatogenia de la EM. Existen otras subpoblaciones linfocitarias TCD8+ con posible actividad reguladora, cuyo papel en la EM no se conoce bien. El tratamiento de la EM puede englobarse en dos categorías: Tratamientos encaminados a controlar los brotes clínicos (en los que los corticoides continúan siendo el tratamiento de elección); y tratamientos que modifican el curso de la enfermedad, al disminuir el número y la severidad de los brotes, así como la progresión de la discapacidad (entre ellos, el interferón beta, IFNBeta). En la presente memoria se partió de la hipótesis de que los fármacos con demostrada eficfacia clínica en la EM (corticoides para el brote e IFNBeta como fármaco modificador del curso de la enfermedad), actúan sobre estas células clave en la fisiopatología de la EM, CDs y Treg, de manera que favorecen un incremento en la tolerancia periférica. Se realizaron dos estudios observacionales en pacientes con EM recurrente-remitente (RR). El primero consistió en un estudio de 40 pacientes durante el brote clínico de EM y tras 5 días de iniciar tratamiento con altas dosis de metilprednisolona (MP) iv, y en un grupo control de 21 individuos sanos, en los que se analizó el porcentaje de CDs mieloides (mCDs) y plasmacitoides (pCDs) y linfocitos TCD4+ y CD8+ activados y reguladores de sangre periférica. Asimismo, se estudió el efecto de la MPiv sobre la diferenciación o maduración de los linfocitos TCD4+ y CD8+. El segundo estudio observacional consistió en el análisis longitudinal de dichas subpoblaciones celulares en 23 pacientes con EMRR en remisión clínica y tras 3, 6 y 12 meses de iniciar tratamiento con IFNBeta-1a y en paralelo en 26 controles sanos. Asimismo, en un subgrupo de pacientes se estudió la función de los Treg en situación basal y tras el tratamiento. En el primer estudio, se observó que durante el brote de EM, los pacientes presentaban mayor porcentaje de linfocitos TCD4+CD25+high que los controles sanos (p<0,01). Tras 5 días de tratamiento con MPiv, se redujeron drásticamente las pPCDs BDCA-2+ (en un 95%, p<0,01) y las mCDs CD11c+ (en un 48%; p<0,01) en sangre periférica, así como los linfocitos TCD4+ y TCD8+ activados (p<0,01 y p=0,05, respectivamente). Por el contrario, los linfocitos reguladores TCD4+ y TCD8+ aumentaron significativamente (p<0,01 ambos), coincidiendo con una importante mejoría clínica de los pacientes. En el estudio observacional longitudinal, con tratamiento con IFNBeta-1a, los linfocitos Treg CD4+CD25+high y CD4+CD25+GITR+ aumentaron progresivamente (p<0,01 y p=0,05, al año, respectivamente), incrementándose su función supresora (p<0,01 a mes 6 y a mes 12, respectivamente). Los linfocitos TCD8+ reguladores (CD8+CD25+ y CD8+CD25+CD28-) aumentaron significativamente al año (p<0,01 y p<0,05, respectivamente), mientras que los lonfocitos TCD8+ de memoria disminuyeron (p<0,01). Las mCDs BDCA1+ eran más bajas en los pacientes en remisión con respecto a los controles sanos (p<0,05) y aumentaron progresivamente durante el año de tratamiento con IFNBeta-1a, perdiéndose las diferencias con los controles. Sin embargo, se observó un descenso en el porcentaje de pCDs CD123+ durante el primer año de IFNBeta-1a (p=0,04). Cuando se dividieron los pacientes en dos grupos, respondedores a IFNBeta-1a (libres de brotes y de progresión de discapacidad); y no-respondedores, se observó un mayor aumento delinfocitos T CD4+ y CD8+ reguladores y un mayor descenso de pCDs CD123+ en los respondedores (p<0,05). En conclusión, los cambios observados en CDs y linfocitos T reguladores ayudan a entender su papel en la fisiopatología de la EM y aumentan el conocimiento de los mecanismos inmunosupresores e inmunomoduladores de los fármacos estudiados.