Instinto y controluna nueva generación de realistas

  1. Pardo Ordoñez, Miguel Ángel
Dirigida por:
  1. Mercedes Replinger González Directora
  2. Florencio Galindo de la Vara Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 15 de septiembre de 2009

Tribunal:
  1. Luis Mayo Vega Secretario

Tipo: Tesis

Resumen

A finales de los años 40 nace una generación de artistas que comparten una manera genuina de entender la pintura, convirtiéndose en un grupo atípico pero a la vez único y esencial, continuador de una filosofía artística que en esos momentos parecía empezar a tener un peso específico dentro del panorama artístico nacional: el realismo de Madrid. Este grupo lo integraban Florencio Galindo, Alfonso Galván, Guillermo Lledó, José María Mezquita, Matías Quetlas, Mariano Villegas o Antonio Maya, entre otros, donde todos ellos aportaron unos valores y unos significados esenciales que permitieron una nueva mirada al realismo, rompiendo con los cánones establecidos de la tradición figurativa del momento. Bajo el seudónimo de “Joven Realismo” -por su prematura aparición en el ámbito artístico nacional-, este grupo generacional respondió a una serie de conexiones magistéricas y estéticas que supusieron las claves de su peculiaridad artística en el realismo español contemporáneo.Su aprendizaje y consolidación resulta ser uno de los episodios más fecundos en la formación de un grupo, convirtiendo la Escuela de San Fernando y la Galería Egam en auténticos lugares de encuentro. Allí, todos ellos manifestaron una preocupación común por el sentido y concepto de la pintura, donde la avidez de sus pensamientos les lleva a interesarse por la herencia española del pasado –la Gran Pintura- y la del “otro” arte del momento, el Informalismo, que originó la posibilidad de unos hallazgos plásticos enormemente válidos. Sin embargo esto no se hubiera producido de igual forma si la Escuela de Bellas Artes no hubiera tenido profesores de categoría artística contrastada, que llevaron su magisterio a cotas difícilmente superables. Tal es así que la práctica totalidad de los componentes del grupo se declaran deudores del magisterio recibido por Antonio López García, recibiendo de él enseñanzas que fueron decisivas para el devenir de su creación. La obra de López sirvió de ejemplo y de inspiración para los jóvenes realistas, que va a repercutir de una forma esencial en la mirada de “nuestro grupo generacional”.Recién salidos de la Escuela y con una madurez insólita, el Joven Realismo encuentra nuevos motivos referenciales que aportan significados a su particular lenguaje pictórico: el realismo. Un realismo muy español a diferencia a los que nacían fuera del ámbito nacional, con una personalidad muy acusada y una temática muy concreta, que conectan directamente con un lenguaje y una técnica tradicional, por otra parte universal. La plasticidad de la pintura y su misterio se convirtieron en la preocupación principal de su mirada. Estos años en la visión del Joven Realismo va a suponer la consolidación de su Arte dentro del panorama artístico español, que además de reflejar la vida cotidiana del artista a través de sus objetos y sus seres más cercanos, son capaces de evocar sentimientos de un trágico trasfondo personal.