"Las obras de Luciano Samosatense, orador y filósofo excelente" manuscrito 55 de la Biblioteca Menéndez y Pelayo

  1. Teodora Grigoriadu
Dirigida per:
  1. Ana Vian Herrero Directora

Universitat de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 20 de de novembre de 2009

Tribunal:
  1. Carlos García Gual President
  2. Consolación Baranda Leturio Secretària
  3. Jesús de la Villa Vocal
  4. Orestis Karavas Vocal
  5. Jesús Gómez Vocal
Departament:
  1. Literaturas Hispánicas y Bibliografía

Tipus: Tesi

Resum

El manuscrito 55 de la Biblioteca ‘Menéndez y Pelayo’ de Santander, con sus cuarenta y cuatro traducciones lucianescas, se puede considerar un importante eslabón para el estudio de la presencia de Luciano de Samósata en la península del Siglo de Oro; asimismo -exceptuando el esfuerzo colectivo de las diferentes Opera Omnia del samosatense preparadas en la Europa occidental a lo largo de los siglos XVI y XVII-, constituye la única colección tan numerosa de traducciones lucianescas hechas por el mismo traductor; el manuscrito contiene además la traducción -también única en el Siglo de Oro- del Carón, uno de los Coloquios de Erasmo de Rotterdam. Perteneció a la biblioteca de don Juan Manuel Fernández Pacheco, VIII Marqués de Villena y Duque de Escalona, fundador de la Real Academia Española. El traductor, Juan Fernández de Aguilar y Villaquirán, fue un hidalgo de la pequeña nobleza de Escalona (Toledo), hijo del médico ducal don Alonso Hernández de Aguilar, y padre del teólogo don Esteban de Aguilar y Zúñiga. Para las traducciones lucianescas se sirvió de las ediciones latinas de Jacobo Moltzer y Gilbert Cousin Cognatus e Ioannes Sambucus, y de la italiana I Dilettevoli Dialogi de Nicolo da Lonigo; para el coloquio Carón de Erasmo utilizó los Colloquia Familiarium del roterodamo. El cuerpo de las traducciones de Luciano contiene veintisiete diálogos, dieciséis discursos, y dos imitaciones lucianescas del Cinquecento: el diálogo Veritatis et Philalethes de Maffeo Vegio, y la intercenali Virtus Dea de Leon Battista Alberti. La obra de Juan de Aguilar Villaquirán es un tardío homenaje personal de un filolucianista áureo; utilizando los pocos datos que sobre la vida de Luciano se conocían y parte de su obra, intentó dejar para la posteridad una especie de biografía del samosatense, una imago vitae basada no tanto en pequeños episodios biográficos sino en la original creatividad de su espíritu independiente y libre..