Análisis sismotectónico, neotectónico y paleosísmico de la zona de falla de El Salvador, Centro América

  1. Canora Catalán, Carolina
Supervised by:
  1. José Jesús Martínez Díaz Director
  2. Pilar Villamor Pérez Director

Defence university: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 14 March 2011

Committee:
  1. Ramón Capote del Villar Chair
  2. Rosa María Tejero López Secretary
  3. Robert Max Langridge Committee member
  4. Eulàlia Masana Closa Committee member
  5. Míguel Ángel Rodríguez Pascua Committee member
Department:
  1. Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología

Type: Thesis

Abstract

El Salvador se localiza en la costa pacífica del istmo de Centroamérica, haciendo frontera con Guatemala al oeste, con Nicaragua al este y con Honduras al norte. El Salvador es el país más pequeño de toda Centroamérica con solo 21.040 km2 y una pobla ción de 5,7 millones de habitantes (en 2009) lo que nos indica una densidad de población de ~ 270 personas por km2, la más alta de la región. Según el banco mundial, el país tiene una renta per cápita de 6.800 dólares, mucho mayor que en Guatemala, H onduras o Nicaragua. Sin embargo, el país sufre una gran desigualdad en cuanto a la repartición de la riqueza ya que existe un pequeño número de personas pertenecientes a la clase alta acomodada y una amplia mayoría de gente pobre (Barry, 1991). La d ensidad de población es mayor en el tercio suroeste de El Salvador, sobre todo en el área delimitada por el lago Ilopango al este y la ciudad de Santa Ana al noroeste (Rosa y Barry, 1995). Esta alta concentración de población en el valle interior de El Salvador es debida a la presencia de volcanes (laderas muy fértiles y posibilidad de obtención de agua). La situación geográfica y geológica de El Salvador tiene muchas ventajas para el país como la abundancia de energía geotérmica e hidrológica, los hermosos paisajes aprovechables para el turismo y la riqueza de sus suelos tropicales. Pero también existen un gran número de riesgos naturales, destacando los meteorológicos y climáticos (inundaciones y huracanes), los sísmicos, los volcánicos y los movimientos de ladera. El 40,9 de estos eventos naturales corresponden a inundaciones, seguidos por terremotos, 22,7 , y movimientos de ladera, 13,6 . Algunos ejemplos de éstos son el huracán Mitch, que en 1998 desencadenó números movimientos de ladera, todos ellos concentrados en la parte norte del país, y los terremotos devastadores registrados a lo largo de los últimos 20-30 años que han provocado cuantiosas pérdidas económicas y un gran número de victimas. La fragilidad económica de los países centroamericanos se pone de manifiesto con la ocurrencia de estos fenómenos naturales que, por el grado de exposición y la vulnerabilidad de la población, adquieren rápidamente el calificativo de catástrofe o desastre. La deforestación ma siva practicada para aumentar la superficie de cultivo, unida a la ausencia de un plan de ordenación y coordinación territorial, favorece la proliferación de poblaciones en zonas expuestas a estos tipos de riesgos como, por ejemplo, poblaciones situa