Subdesarrollo, capital extranjero y financiarizaciónla trampa financiera de la economía brasileña
- Enrique Palazuelos Manso Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 30 de septiembre de 2009
- Angel María Martínez González-Tablas Presidente
- José Déniz Espinós Secretario
- Miguel Antonio Pinho Bruno Vocal
- Juan Torres López Vocal
- Alberto Montero Soler Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Entre finales de los años ochenta y los primeros noventa, Brasil aplica una estrategia de crecimiento basada en la captación de ahorro externo acorde con las prescripciones que durante esos años la comunidad financiera internacional realiza para los denominados "mercados emergentes". Como resultado de las medidas aplicadas, la economía brasileña estabiliza el valor externo e interno de su moneda, capta un volumen de ahorro externo muy importante y, durante unos años (1993-1997), consigue registrar un crecimiento significativo. Sin embargo, en la medida en que dicho crecimiento no modifica los límites estructurales que hacen de la economía brasileña una economía subdesarrollada, la conexión de la dinámica económica del país con la lógica de los mercados financieros internacionales determina la financiarización de su actividad económica: el crecimiento desproporcionado del mercado de deuda pública garantizada, que el Estado brasileño alimenta con emisiones masivas de títulos muy rentable s, seguros y líquidos, profundiza el infradesarrollo histórico de los demás mercados financieros del país (acciones, bonos corporativos y crédito bancario). Tanto el capital extranjero que ingresa en Brasil, como los demás agentes financieros principales (bancos, fondos de inversión y fondos de pensiones), algunas grandes empresas del sector no financiero, y las familias de mayores ingresos, se dedican a lucrarse con este negocio rentista. De esta forma, el comportamiento de los principales agen tes económicos pasa a regirse por la lógica financiarizada. Simultáneamente, la economía va gestando una dependencia muy elevada respecto a las entradas de capital extranjero, por lo cual cuando a partir de 1998 éstas agudizan su volatilidad, el Esta do se ve obligado a intensificar los mecanismos de los que dispone para retenerlo. Dado que son esos mecanismos los que financiarizan la actividad económica del país, la situación resultante es de financiarización permanente. Dicha financiarización perjudica la precaria capacidad productiva de la economía, la debilidad de su demanda interna y la polarización en la distribución de la renta nacional, elementos todos ellos que profundizan su condición de subdesarrollada. Así, la autorreproducción d e la financiarización brasileña supone también la autoreproducción de su subdesarrollo: Brasil se encuentra atrapado en una trampa financiera.