Valoración del insomnio en pacientes en fase final de vida

Laburpena

INTRODUCCIÓN: Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los pacientes al final de la vida es el insomnio. La prevalencia es muy significativa, en población española, se han recogido datos con pacientes en fase final de vida en los que el insomnio alcanza a un 77,5 por ciento de los enfermos estudiados. Con muestra estadounidense de pacientes en fase final de vida se han presentado datos que alcanzan un 85 por ciento. Los objetivos que se han planteado para este estudio son: Llevar a cabo una descripción de las dificultades de sueño en pacientes en cuidados paliativos. Valorar en qué medida las dificultades de sueño preocupan a los pacientes y alteran su calidad de vida. Plantear cuáles son las causas a las que se atribuye un mal descanso nocturno. Distinguir entre yatrogenia hospitalaria, sintomatología física e inquietud psicológica. Evaluar si las pesadillas tienen relevancia dentro de la situación de fase final de vida (FFV). Determinar si la subescala de sueño del ESAS permite un adecuado screening de los pacientes con trastorno de insomnio. MÉTODO: Los datos han sido recogidos en un hospital de media y larga estancia. En la unidad de cuidados paliativos y en las unidades de geriatría. Como instrumentos de medida se han empleado el Cuestionario de sueño de Pittsburg, PSQI, con el que se ha valorado la situación de sueño. El Sistema de evaluación de síntomas de Edmonton, ESAS, con el que se han evaluado 10 síntomas propios de la situación de fase final de vida, entre ellos el insomnio. Para la medida de la funcionalidad de los enfermos se ha empleado el Palliative Performance Scale, PPS.RESULTADOS:La muestra total la componen 150 pacientes, 94 son enfermos en fase final de vida y 56 pacientes geriátricos. La edad media de los pacientes es de 72,71 años, el 54 por ciento son hombres y el 46 por ciento mujeres. El 97,4 por ciento de los pacientes de la muestra es catalogado como insomne por el PSQI. La puntuación media obtenida para PSQI total de pacientes en fase final de vida fue de 13,15, PSQI total pacientes geriátricos fue de 11,89. El 56 por ciento de los pacientes presentan pesadillas, el 39,3 por ciento más de tres veces por semana. Después de llevar a cabo las medidas de precisión adecuadas, podemos afirmar que el punto 4 de la subescala del Sistema de evaluación de síntomas de Edmonton para el ESAS insomnio puede emplearse como screening de las alteraciones de sueño. Con unos valores de sensibilidad de 77,8 por ciento, especificidad 81,6 por ciento, VPP 21,2 por ciento y VPN 98,3 por ciento. El área bajo la curva es de 0,768. CONCLUSIONES: La conclusión general del estudio es que todos los sujetos experimentales presentan deterioro en su calidad de sueño. Las pesadillas se han postulado como un síntoma distorsionante con el que cursan más de la mitad de los trastornos de sueño de la población estudiada. Implicaciones clínicas: 88,8 por ciento de la muestra analizada tiene pautado un tratamiento hipnótico y aun así presenta mala eficiencia y deterioro en la calidad global de sueño. Estos datos aumentan en los pacientes paliativos, así, el 97,7 porr ciento de ellos tiene pautada medicación para paliar el insomnio. Habría que incluir los tratamientos psicológicos y multicomponente. Los datos de la subescala del ESAS insomnio, respecto de la medida dada por el PSQI, avalan su utilización como screening, aplicable en cualquier ámbito de intervención: atención domiciliaria, atención hospitalaria, atención residencial.