De lo siniestro a Roman Polanskiun análisis del género desarrollado por el director a través de sus películas "Repulsion" (1965), "Rosemary's baby" (1968), "Chinatown" (1974), "The tenant" (1976), "The ghost writer" (2010) y "Carnage" (2011)

Resumen

Resulta especialmente pertinente, tratar el cine de Roman Polanski desde una perspectiva que omita la consideración de cualquier tipo de influencia autobiográfica en él. Es por ello que este estudio propone la alternativa de acercarse a sus contenidos argumentales y planteamientos narrativos, así como abordar los posibles efectos psicológicos que el conjunto de su obra cinematográfica provocan en el espectador sin justificarse a través de un paralelismo respecto a la vida del propio director.La investigación propone establecer una correspondencia entre las teorías desarrolladas por Sigmund Freud en su ensayo Lo siniestro (Das Unheimliche 1919) y el sentido general del cine de Roman Polanski, a partir del análisis textual de seis de las películas más representativas del realizador. Para ello se ha procedido a la búsqueda de una definición del concepto ¿siniestro¿ de acuerdo con dicho ensayo, por lo que se ha desarrollado un análisis pormenorizado del mismo,A través de la descomposición en secuencias de los largometrajes Repulsion (1965) Rosemary¿s Baby (1968) Chinatown (1974) The Tenant (1976) The Ghost Writer (2010) y Carnage (2011) y el estudio detallado de las mismas, se han identificado una serie de ¿herramientas¿ recurrentes, capaces de conectar con el sentido de lo expuesto por el psicoanalista en su conocido ensayo de comienzos del siglo XX:-Circularidad-Punto de vista subjetivo-Punto de vista ¿acompañante¿-Cosificación del punto de vista-Mobiliario-Mirillas-Neveras-Figura entrometida-Reflejos-EspejosFinalizado el análisis, se han alcanzado una serie de conclusiones en torno al género propio al que se adscribe el cine de Roman Polanski y el sentido Freudiano de lo siniestro.No se asumen las expectativas del género de terror. No se considera que la historia, propuesta en cada película vaya a provocar susto o sorpresa sino que se percibe con la lógica de una trama carente de los clichés propios del género y, una vez alcanzado el final, se siente que algo ha sido ¿descolocado¿ en la mente del receptor intencionadamente. La labor de búsqueda de ese elemento fuera de lugar, continúa más allá del visionado y cumple, por tanto, con la función de ¿incomodar¿ a la audiencia, característica de toda circunstancia siniestra.