Conteos erróneos y conteos inusualesun análisis longitudinal de la comprensión de la habilidad de contar.

  1. Escudero Montero, Ana
Dirigida por:
  1. Ileana Enesco Arana Directora
  2. Purificación Rodríguez Marcos Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 16 de noviembre de 2012

Tribunal:
  1. Juan Ignacio Aragonés Tapia Presidente
  2. María Oliva Lago Marcos Secretaria
  3. Juan Antonio García Madruga Vocal
  4. José Luis Linaza Iglesias Vocal
  5. Terezinha Nunes Vocal
Departamento:
  1. Investigación y Psicología en Educación

Tipo: Tesis

Resumen

La habilidad de contar constituye la base sobre la que se asienta el desarrollo del conocimiento matemático. Por ello, estudiar su evolución a lo largo de la Educación Infantil y Primaria es fundamental, tanto desde el punto de vista psicológico como educativo. Precisamente, la capacidad de los niños para discriminar entre los aspectos esenciales del conteo (normas lógicas) y los no esenciales (normas convencionales) constituye un buen indicador de su comprensión sobre el conteo. El objetivo general del presente estudio ha consistido en determinar los cambios evolutivos que se producen en la capacidad de los niños para discriminar entre las normas lógicas y convencionales del conteo. Para ello, se ha hecho un seguimiento a un grupo de 25 niños durante tres años (5-6 años de edad en la primera medición, 6-7 en la segunda medición y 7-8 en la tercera medición). A través de un programa de ordenador, se presentaron a los participantes tres tipos de conteos diferentes: conteos convencionales correctos, errores y conteos correctos no convencionales o pseudoerrores (la mitad de los cuales iban acompañados de la emisión del valor cardinal del conjunto). Los niños tenían que decidir si esos conteos eran correctos o no y justificar sus respuestas. En general, los resultados de este trabajo han mostrado que los niños tenían más facilidad en reconocer el carácter obligatorio y necesario de las normas lógicas que la naturaleza opcional de las convencionales. Además, se ha observado que, a partir de los 6-7 años, la presencia del valor cardinal correcto en los pseudoerrores ayudaba a los niños a dar más importancia a la validez del resultado obtenido que al procedimiento inusual seguido para lograrlo. Los niños se volvían progresivamente más capaces de diferenciar las normas lógicas de las convencionales, aunque el reconocimiento de las lógicas no garantizaba la adecuada identificación de las convencionales.