El pintor Matías Moreno y González, (1840-1906)

Resumen

Esta investigación trata de dar a conocer la figura del pintor Matías Moreno y González (1840-1906) y el catálogo de su obra, que constituye un conjunto documental de importancia para la Hª del Arte a nivel regional y a su vez para el patrimonio cultural del país. La biografía se ha organizado en capítulos donde se tratan diferentes aspectos de su vida: se aportan datos inéditos sobre su familia y la de su esposa, su primer matrimonio terminado en una ruptura sentimental que le influyó durante toda su vida; su etapa de estudiante en Barcelona y en la Escuela de la Real Academia de San Fernando de Madrid como alumno de Federico de Madrazo y Carlos Luis de Ribera, la fase de copista en el Museo del Prado, las oposiciones y el traslado a Toledo tras obtener la cátedra de Dibujo en el Instituto de Segunda Enseñanza, donde desarrollará su labor docente. Allí, viendo el escaso nivel de enseñanza en la ciudad, creará una clase especial, gratuita, destinada a los alumnos sin recursos y obreros, que mantuvo nada menos que durante 36 años, respaldado por la Diputación Provincial. Su labor pedagógica está influida por la Institución Libre de Enseñanza, pues conocía y admiraba a sus profesores, compartiendo sus ideas sobre la docencia, dentro de la filosofía krausista. En Toledo formará parte del ambiente cultural de la ciudad como miembro de la Comisión Provincial de Monumentos, colaborador de publicaciones artísticas y literarias, miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País y Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y realizará una de las más importantes y meritorias labores de su carrera; la restauración del cuadro de El Greco - El entierro del Conde de Orgaz - que ha pasado inadvertida durante mucho tiempo. Mantuvo una especial relación con los miembros de la familia Madrazo, sobre todo con Ricardo y el pintor Mariamo Fortuny, a quien conoció en una estancia en Toledo; esta familia le solía recomendar a artistas y personalidades recién llegadas a España, para ejercer de cicerone en Toledo: el pintor finlandés Albert Edelfelt, el músico Emmanuel Chabrier o el escritor Maurice Barrés. Gran amigo de los artistas franceses, Delphine de Cool, Zacharíe Astruc y Carolus Duran, quienes le ayudarán a proyectar su obra pictórica en el extranjero y a estudiar y admirar la obra de Velázquez y de El Greco. A lo largo de los capítulos se subrayan sus méritos artísticos: medallas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1864 y 66, 81 y 1904 en la sección de escultura, y exposiciones en París, Londres, Lyon, etc. Moreno fue el primer director y organizador de la Escuela Superior de Artes e Industrias de Toledo, obra del arquitecto Arturo Mélida. En este centro procuró reunir los mejores profesores y modelos artísticos, haciendo accesible la enseñanza para todas las clases sociales, poniendo especial empeño en la enseñanza de la mujer y de las clases obreras; así mismo experimentó nuevos aspectos para la enseñanza del Dibujo y las Artes Aplicadas con las especialidades de Modelado, Talla en Madera y Piedra, Metalistería, Bordados, Tapices, y Alfombras. El último capítulo se dedica a su hija María Moreno Martín (1870-1893) prematuramente fallecida, aventajada alumna y pintora. La segunda parte de la tesis está dedicada al catálogo, dedicando una especial atención a la labor de Matías Moreno como fotógrafo aficionado y su relación con la fotografía como herramienta al servicio de la pintura. Se realiza un inventario de la amplia obra de Matías Moreno que abarca distintas técnicas y soportes; litografía, óleo, acuarela, dibujo, escultura y la fotografía.