Historia y simbolismo del mito del zombiun análisis imaginal de la psique colectiva contemporánea desde el sonámbulo magnetizado hasta la realidad virtual

Resumen

Los trabajos realizados hasta la fecha sobre la figura fantástica del zombi coinciden en reducir sus orígenes al vudú y a la figura del no muerto y en adoptar una perspectiva «alegórica» a la hora de comprender el significado de su aparición en el imaginario occidental. Sin negar estas raíces ni la validez de este enfoque, nuestra investigación se propone cumplir los siguientes objetivos: 1.- Examinar los antecedentes del zombi en la literatura y en el cine del «lado oscuro del magnetismo animal y la hipnosis» (hipótesis: la genealogía del muerto viviente se encuentra en la figura del sonámbulo). 2.- Realizar un análisis simbólico de la figura del zombi en sus diferentes etapas históricas desde el enfoque propio de la psicología analítica y sus posteriores desarrollos, buscando comprender su sentido inconsciente (hipótesis: el universo del zombi simboliza la «muerte iniciática» y la transformación psicológica). 3.- Realizar una lectura psicológica de los significados inconscientes que atraviesan diversos temas asociados a la figura del zombi.Conclusiones en relación a nuestro primer objetivo: 1.- La descripción del zombi en La isla mágica, texto engendrador del mito, replica las constelaciones léxicas y temáticas del «lado oscuro del magnetismo animal y la hipnosis», quedando el zombi asimilado a la figura del sonámbulo. 2.- White Zombie, primera película de zombis, y varias obras de la segunda etapa del mito comparten la estructura simbólica general y multitud de elementos temáticos con sus antecedentes hipnóticos, por lo que afirmamos el relevo histórico entre unos y otras.Conclusiones en relación a nuestro segundo objetivo: 1.- El mitologema central de White Zombie y de sus antecedentes hipnóticos es el «rapto del alma», su estructura simbólica se corresponde con los temas de la «bajada a los infiernos» y la «muerte iniciática» y su sentido psicológico último es la idiotización de la consciencia colectiva derivada de la pérdida de relación con el mundo psíquico imaginal. 2.- La última etapa del mito del zombi conserva la misma temática arquetípica pero adopta nuevos mitologemas («desmembramiento», «ser devorado por un monstruo», «apocalipsis»). El simbolismo apunta ahora a la posibilidad de alcanzar la regeneración de nuestra estructura psicológica colectiva a través del restablecimiento de los vínculos con la fantasía, pero a su vez señala la detención de este proceso. El zombi es la personificación de la sombra que debe de ser integrada en la consciencia.Conclusiones en relación a nuestro tercer objetivo: 1.- El mito del zombi en su primera y segunda etapa describe el proceso psico-social que desembocó en la Segunda Guerra Mundial. La imposibilidad de leer psicológicamente los contenidos simbólicos emergentes derivó en la realización literal (acting out) de la «bajada a los infiernos» y la «muerte iniciática». 2.- Este proceso psico-social de la proyección de lo imaginal tiene una amplitud mayor: la psique colectiva en su totalidad, siendo el elemento crucial con el que se relaciona el científico-tecnológico. En este sentido sostenemos que: A.- La objetividad científica que moldea la consciencia de nuestra época es la responsable de la represión de la fantasía. Esta forma de psiquismo proyecta los contenidos del alma en el mundo de la materia, por lo que el proceso de transformación psicológica en el que nos encontramos es sustituido por la transformación tecnológica. La (in)consciencia científica es la sombra de nuestro tiempo, nuestra neurosis. B.- Este último enunciado no es meramente negativo. Sostenemos que la ciencia es la neurosis alquímica de nuestra época que está produciendo la disolución y transformación de la antigua forma de consciencia mediante operaciones realizadas a través de la tecnología. El ciberespacio, universo virtual del simulacro y la hiperrealidad, no es otra cosa que la externalización del mundo imaginal, es decir, la encarnación o hiperrealización del alma.