La planificación estratégica como instrumento de desarrollo integralel caso de Mérida (Extremadura)
- Mora Aliseda, Julián
- Alejandro López López Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2014
- Jesús Ignacio Martínez Paricio Presidente
- Francisco Javier Garrido García Secretario
- Santiago Rosado Pacheco Vocal
- Cástor M. Díaz Barrado Vocal
- Fernando dos Reis Condesso Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Se pretende demostrar en esta tesis doctoral que el Planeamiento Estratégico es una herramienta adecuada para aplicar en una ciudad de tamaño medio, pues también viven inmersas en la globalización económica, social y cultural, por lo que se ven en la necesidad de definir una estrategia urbana, articular el sistema regional y desarrollar la gestión relacional.Se evidencia que una estrategia adecuada puede aumentar el grado de desarrollo económico y social, sobre las bases del compromiso de los principales agentes locales, públicos y privados, y la participación y colaboración ciudadana. Con estos objetivos el Plan Estratégico de la ciudad elegida plantea cuatro ejes principales. Afianzar el papel del municipio a través del continuo crecimiento poblacional y las funciones de la ciudad en el sistema urbano regional. Atribuir una nueva función a la estructura antigua de la ciudad, comenzando por el centro histórico con el fin de re-cualificar y revalorizar la antigüedad con el cambio Desarrollar el potencial que ofrece la nueva estructura urbana creada en los últimos años y los proyectos previstos para su refuerzo, de modo que se pueda avanzar en un modelo de ciudad perdurable, de marcada calidad ambiental, y dirigido a mejorar las condiciones de vida y a aumentar la cohesión social. Avanzar en el proceso de diversificación de la base económica local incidiendo principalmente en el estímulo de la iniciativa privada de carácter emprendedor e innovador implicada en el desarrollo de la ciudad. Profundizar en la internacionalización de la ciudad en el ámbito de su actividad cultural, científica, social y económica, incorporándose a nuevas redes. En definitiva, las ciudades son los puntos centrales que estructuran la economía contemporánea. La globalización económica se caracteriza por los flujos de información, capitales, mercancías y personas que recorren todo el territorio, siendo las ciudades las que constituyen los nudos infraestructurales de servicios avanzados de esa red de flujos. Establecen los elementos organizadores y de soporte de la economía mundial, siendo, las que lo logran, las que marcan el sistema de flujos mundial, continental o regional. Así pues, las ciudades se ven en la obligación de definir una estrategia de cualificación de sus recursos humanos, de infraestructuras y servicios, para adquirir la suficiente singularidad y notoriedad en las diferentes subsistemas de ciudades a los que pertenecen o se inscriben, y conseguir la suficiente competitividad y capacidad de proyección para atraer nuevos flujos y aumentar su capacidad de dirección y organización de los mismos, ya que las que no logran plantarse en este nuevo orden global quedan marginadas de los procesos de desarrollo. En este nuevo modelo de desarrollo urbano debe estar implicado el conjunto de la ciudadanía, puesto que este mismo desarrollo debe regirse por criterios de sostenibilidad. La educación y la cultura han de convertirse en los principales factores de competitividad de la ciudad y de calidad de vida de los ciudadanos. La política social no sólo debe hacer frente a nuevas formas de desigualdad y pobreza, para las que no es suficiente garantizar las prestaciones y servicios, sino que debe promover una acción social capaz de organizar la comunidad hacia fines solidarios y reducir la desigualdad en el acceso al capital cultural. Las políticas públicas deben gestionarse con calidad y ser capaces de articular la cooperación de todos los actores implicados, y encontrar las fórmulas para organizarse en función de los intereses y demandas de los ciudadanos.