El paisaje como elemento dramático en la obra de Werner Herzog

  1. Navas Valdes, Beatriz
Dirigida por:
  1. Antonio Castro Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 15 de febrero de 2015

Tribunal:
  1. José Antonio Jiménez de las Heras Presidente
  2. Daniel Aparicio González Secretario
  3. Miguel Fernández Labayen Vocal
  4. Josetxo Cerdán de los Arcos Vocal
  5. Carlos Tejeda Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Este trabajo de investigación parte de la hipótesis de que el cineasta Werner Herzog utiliza el paisaje en sus películas como un elemento dramático que le permite hacer visible el patetismo del ser humano. Él dice que simplemente quiere contar buenas historias, pero llama la atención que siempre encuentre sus historias en los dramas de personas inadaptadas, marginales, delirantes, que luchan por la supervivencia en un entorno adverso o intentan superar un trauma. Además en estas historias el entorno tiene un papel activo, como si fuera el antagonista del personaje principal, y también es extremo: lugares donde la naturaleza es amenazante e inhóspita (la alta montaña, el desierto, la Antártida, un volcán), exuberante (la selva amazónica), insondable (el fondo del mar, el espacio), lugares hostiles creados o destruidos por el propio ser humano (el escenario apocalíptico de pozos de petróleo ardiendo tras la Guerra del Golfo de 1991) o irreales (los paisajes de los sueños, de las visiones proféticas, de los espejismos). Para analizar el paisaje de las películas de Werner Herzog, primero debemos reconocer que un paisaje no existe por sí mismo en la naturaleza, sino que es una adquisición cultural, pues ha sido necesario un proceso de codificación y estético a lo largo de la historia para que algunos veamos un paisaje donde otros solo ven país o territorio. Por lo tanto, entendemos nuestro objeto de estudio como una serie de ideas, convenciones y tradiciones que interactúan. En este sentido, la investigación se inicia con la identificación de las constantes temáticas y estilísticas de la obra de Werner Herzog y su contextualización en el ámbito de la cultura alemana del siglo XX. Con esta base repasamos la historia del arte del paisaje en diálogo con los paisajes que aparecen en sus películas, de manera que puedan reconocerse iconografías latentes y arraigadas. Finalmente se realiza un estudio pormenorizado de la película Aguirre, la cólera de Dios, para indagar en la función dramática de la selva en particular. Así, este estudio amplia el material analítico y crítico sobre la obra de este cineasta, que en lo que se refiere al paisaje se ciñe mayoritariamente a vincularlo con el paisaje romántico alemán. Por ejemplo, en sus películas están presentes paisajes apocalípticos y del mito de la creación que guardan relación con la experiencia de la autodestrucción y auto-regeneración de los alemanes y con la idea romántica de lo sublime, pero que también podemos vincular con los paisajes primigenios de Leonardo da Vinci, que representan un mundo sin principio ni fin y que Herzog ha reconocido como inspiración para sus películas. Por otro lado, sus paisajes también se pueden asociar con los de los cuadros de Pieter Brueghel el Viejo, pues en ambos los personajes son absorbidos por una naturaleza, magnífica e indiferente ante la insignificancia del ser humano. O con los paisajes de los pintores holandeses del siglo XVII, expertos, como él en crear una atmósfera de trance, viva y móvil a través de la nubosidad, con las connotaciones de misterio y ensoñación que esta puede aportar a una imagen. Asimismo, en sus películas se pueden reconocer los ecos de un imaginario colonial pues nos remiten a los primeras producciones cinematográficas, tanto documentales como de ficción, que atraían especialmente por mostrar territorios remotos de una naturaleza desconocida para el espectador occidental. El proceso de descolonización de Asia y África no se había iniciado y las zonas naturales vírgenes se presentaban como territorios ajenos a la civilización, inexplorados, salvajes y carentes de propietario, para legitimar la colonización europea.