El Manicomio Nacional de Leganés en la posguerra española (1939-1952)aspectos organizativos y clínico asistenciales

  1. Conseglieri Gamez, Ana María
Dirigida por:
  1. Ángel Luis González de Pablo Director
  2. Rafael Huertas García-Alejo Director/a
  3. Olga Villasante Armas Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de noviembre de 2013

Tribunal:
  1. Luis Enrique Montiel Llorente Presidente
  2. Santos Barrigón Vázquez Secretario
  3. Mariano Hernández Monsalve Vocal
  4. José Luis Peset Reig Vocal
  5. Ricardo Campos Marín Vocal
Departamento:
  1. Salud Pública y Materno-Infantil

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis tiene como objetivo estudiar las características de la asistencia psiquiátrica en el Manicomio, prestando especial atención al análisis de las variables socio-demográficas de la población manicomial, a los diagnósticos de los pacientes internados y a los tratamientos aplicados por los facultativos, así como al funcionamiento de la institución. Para ello se utiliza fuentes de Archivo de la propia institución (historias clínicas, partes estadísticos y documentación anexa como escritos y cartas de pacientes). Los resultados obtenidos se comparan con los datos disponibles de otras instituciones psiquiátricas del país, así como con periodos previos de la propia institución de Leganés.La hipótesis de la tesis es el funcionamiento institucional del Manicomio Nacional de Leganés durante los primeros años del franquismo no fue ajeno a la situación socioeconómica y política de la posguerra, sin embargo, la práctica psiquiátrica llevada a cabo pretendió ajustarse en todo momento a los modelos de psiquiatría biológica imperantes en la Europa del momento. Para conocer el funcionamiento institucional se examina el Reglamento Interno instaurado en 1941, así como el Decreto de Asistencia a Enfermos Mentales de 3 de julio de 1931 que se mantuvo vigente durante este periodo.El reglamento de 1941 supuso varios cambios respecto al anterior de 1885 como fueron el aumento del número de plazas para pacientes ingresados, el incremento de las cuotas que debían abonar los pacientes pensionistas, o la supresión de algunos de los departamentos contemplados anteriormente. Así mismo, se amplió el número de plazas para el personal médico y de enfermería, si bien, las religiosas de la institución quedaron fortalecidas en sus funciones. Las historias clínicas contienen entre otros documentos, escritos de enfermos que ofrecen información sobre las condiciones del internamiento y la vivencia subjetiva del aislamiento de éstos, demostrándose la importancia de este tipo de fuentes en el análisis histórico de la medicina desde la perspectiva del paciente.El Manicomio cumplió en líneas generales con los procedimientos de ingresos y altas que incluía el decreto. Los ingresos se sucedieron en función del número de altas, incrementándose el total de la población ingresada sin llegar a la ocupación máxima de 400 plazas. Las altas fueron mayoritariamente por defunción y, en segundo lugar, por traslado, siendo el motivo principal de fallecimiento las enfermedades cardiocirculatorias y neurológicas no infecciosas. Durante el periodo de estudio se afianzó la nosografía kraepeliniana, con diagnósticos como la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva, frente al declive de la paranoia y los delirios crónicos, además se produjo un aumento de los diagnósticos de psicopatías. Las medidas terapéuticas se administraron en mayor medida que en épocas previas y la más frecuentes fueron las terapias de choque (electrochoque, el coma insulínico y el choque cardiazólico).