Evaluación de la infusión continua de detomidina y su reversión con atipamezol durante la recuperación anestésica en el caballo

  1. Tabanera de Lucio, Agustín
Dirigida por:
  1. Francisco Javier López San Román Director
  2. Martín Santos González Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Juana María Flores Landeira Presidenta
  2. Manuel Pizarro Díaz Secretario
  3. Pedro Fernández Domínguez Vocal
  4. Juan Alberto Galán Torres Vocal
  5. Luis Javier Ezquerra Calvo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El caballo es una de las especies domésticas más desafiantes para anestesiar y cuyo riesgo de muerte durante la anestesia es mucho más elevado que en otras especies domésticas pues es más susceptible de poder presentar complicaciones perianestésicas, sobre todo durante la fase de recuperación, por ser éste un periodo crítico y poco controlable. Las causas de estas complicaciones son debidas a la acción directa de los agentes anestésicos sobre los sistemas cardiovascular y respiratorio, y también al manejo, pues los efectos nocivos del decúbito se potencian con los efectos depresores de las drogas anestésicas empleadas, especialmente, si consideramos que esta especie no está adaptada anatómica ni fisiológicamente a períodos prolongados de decúbito. Se han utilizado muchos procedimientos para evitar estas complicaciones (agentes anestésicos, analgésicos postoperatorios, sedación, duración de la anestesia, ambiente tranquilo, posición del caballo en el box, hora de la cirugía, etc.) con resultados diversos. Hemos utilizado la detomidina en nuestro trabajo por sus propiedades. Es un compuesto que se utiliza habitualmente en la clínica equina como sedante-analgésico para la sujeción farmacológica del caballo, como fármaco preanestésico y, en general, para producir sedación, analgesia y relajación muscular. Además, es un producto compatible con muchos fármacos anestésicos, que disminuye la respuesta al estrés quirúrgico, que se aplica en pequeño volumen de infusión, y con un grado y duración de efecto dosis-dependiente. Sin embargo, pese a las virtudes indudables de la detomidina, la bibliografía científica y el trabajo de campo nos demuestran que muchos de los efectos de la acción sedante pueden permanecer más tiempo que el terapéuticamente deseado y que existen efectos adversos propios de los agonistas de los receptores alfa-2 adrenérgicos (ataxia, bradicardia, arritmias, disminución del gasto cardiaco, hipotensión, el caballo reacciona al ruido y a los estímulos externos, etc.) que no benefician a mejorar la recuperación anestésica. La posibilidad de antagonizar los efectos adversos de la infusión de detomidina con atipamezol durante la recuperación anestésica en caballos se nos antoja de gran importancia en la práctica equina; permitiendo al anestesista un mayor control de la misma y dotarle de una nueva herramienta terapéutica de gran ayuda para el manejo de esta etapa crítica de la anestesia equina. [ABSTRACT] We know that horses are one of the most challenging domestic species to anesthetize and that its risk of death during anesthesia is much higher than in other domestic species because is more susceptible perianesthetic complications especially during the critical and uncontrollable recovery phase. The causes of these complications are due to the direct action of anesthetic agents on the cardiovascular and respiratory systems and also to handling, as the depressant effects of the anesthetic drugs used enhance the harmful effects of recumbency, especially if we consider that this species of animal is not anatomically or physiologically adapted to prolonged periods of recumbency. Many methods have been used to avoid these complications (anesthetic agents, postoperative analgesics, sedation, duration of anesthesia, calm and quiet environment, position in the recovery stall, time of surgery, etc.) with variable results. The use of detomidine in the present work id justify by its properties. It is widely used in the clinic as an equine sedative-analgesic drug to manage the horse, as a preanesthetic drug and as a general rule to produce sedation, analgesia and muscle relaxation. Furthermore, it is a product compatible with many anesthetic agents, which decreases the response to surgical stress, is applied in as a small volume, and with a dose-dependent condition and duration of the effect. Nevertheless, despite the undoubted virtues of detomidine, scientific literature and field work show that many of the effects of sedation may last longer than desired and that these effects are adverse and specific of the agonists of alpha-2 adrenergic receptors (ataxia, bradycardia, arrhythmias, decreased cardiac output, hypotension, reactions to noise and external stimuli, etc.) which does not benefit neither improve the recovery from anesthesia. The ability to antagonize the adverse effects of detomidine infusion with atipamezole during the anesthesia recovery in horses seems to us of great importance in equine practice; allowing the anesthetist a greater control of it and providing it with a new therapeutic tool of great help in managing this critical stage of equine anesthesia.