Deontología policial y derecho

  1. García Navarro, Ángel
Dirigida por:
  1. Juan Antonio Martínez Muñoz Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de abril de 2015

Tribunal:
  1. José Iturmendi Morales Presidente
  2. José Miguel Serrano Ruiz-Calderón Secretario
  3. Diego Poole Derqui Vocal
  4. José María Carabante Muntada Vocal
  5. José Carlos Abellán Salort Vocal
Departamento:
  1. Derecho Internacional, Eclesiástico y Filosofía del Derecho

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis doctoral estudia la deontología del Cuerpo Nacional de Policía, así como la ética de principios y deberes profesionales inexcusables de esta organización fundamental del Estado.La ética policial tiene por esencia el carácter teológico de los actos profesionales policiales que buscan el interés general medianteel principio de la ley natural -bonum est faciendum et prosequendum et malum vitandum-. También pretende la realización personal del propio funcionario, necesariamente vinculado a una vocación de servicio y relación de especial sujeción con el Estado donde están latentes la norma de conducta profesional. Para reflexionar acerca de la trascendencia filosófica y jurídica que atesora la labor policial, amén de presentar variadas referencias bibliográficas específicas, genéricas y normativas, proponemos un itinerario investigativo conformado por un índice de seis partes o líneas de trabajo que culminan con una reflexión final, coincidente con la conclusión, sobre el futuro deontológico de nuestra Policía.La primera de esas líneas es una presentación general del tema -a modo de status quaestionis- en el que asumimos el principio de que el hombre vive en sociedad y que ésta sirve a las necesidades de aquél. Las vinculaciones que así aparecen denotan la preponderancia del concepto relacionista del Derecho de Jaime Guasp Delgado y una coincidencia comunitarista entre sus dos fundamentos: el de la conservación social -la paz- y el de mejoramiento social -la justicia-, con la misión de todo cuerpo policial. En la segunda parte se hace un recorrido por la historia policial española que descubre pinceladas éticas que corroboran lo antedicho.La vinculación entre la Policía y la sociedad no es el único y excepcional lazo que va a tener aquélla. También mantiene una especial vinculación con los derechos humanos, según declaramos en la tercera etapa de este trabajo; lejos de convertirse en un obstáculo para su labor, son objetivo de aquella y garnatía de eficacia profesional.El término profesional va a tener un protagonismo especial para la deontología policial, tal y como se patentiza en la cuarta parte. Va más allá de la mera destreza que un policía goza tras recibir una instrucción sobre las técnicas operativas o razones jurídicas que pueden amparar su intervención. La profesionalización tiene una dimensión ética que acompaña a otra, la práctica, y al igual que ésta, debe ser aprendida por el funcionario, pues la técnica sin ética conduce a la barbarie y es perversa. Pero además que la ética debe gozar de una estética, de un parecer atrayente que exhiba su esplendor a través de códigos que patrocinen el ideal de -nulla ethica sine aesthetica- y demuestren que esa ética no es épica.Tales ideas no son propias de la Policía española sino que están presentes en otras organizaciones policiales de países desarrollados (Portugal, Francia, Reino Unido, Eslovenia y Europol), bien por tratarse de profesiones nacionales relacionadas con el mundo de la función pública y el derecho (judicatura, fiscalía y abogacía). En la quinta etapa se analiza el contenido de sus interesantes códigos éticos y ver qué principios sustentan a este derecho comparado del que, a buen seguro, puede nutrirse la ética policial.En la sexta parte se delibera acerca del futuro deontológico de nuestra Policía, de sus amenzas y esperanzas, de sus riesgos y garantías. Descubrimos que ambas nociones no son nuevas, sino que ya un sistema político y jurídico de hace más de dos mil años, el de la Roma clásica, padecía o disfrutaba, según, dentro de su meritoria organización militar lo que hoy acontece en el Cuerpo Nacional de Policía. En concreto, las siete amenazas que consideramos se ciernen sobre la deontología policial son el uso ilegítimo de la fuerza, el corporativismo, la corrupción y la ambición, la infidelidad, la obediencia debida, la burocratización y la objeción de conciencia.