Armas vengan de donde venganlas dificultades de abastecimiento republicanas y su viraje al mercado negro durante el primer año de guerra (julio 1936-mayo 1937)

  1. ÍÑIGUEZ CAMPOS, MIGUEL
Dirigida por:
  1. Ángel Viñas Martín Director
  2. Juan Carlos Pereira Castañares Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Juan Pablo Fusi Aizpurua Presidente
  2. Ana Martínez Rus Secretaria
  3. Ricardo F. J. Miralles Palencia Vocal
  4. Matilde Eiroa San Francisco Vocal
  5. Jean-Marc Delaunay Vocal
Departamento:
  1. Historia Moderna e Historia Contemporánea

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis doctoral constituye una investigación sobre las dificultades que encontró el Gobierno de la República para adquirir armamento en el mercado clandestino durante el primer año de guerra, es decir, desde que se produjo el golpe de Estado hasta que el doctor Juan Negrín llegó a la presidencia del Gobierno el 17 de mayo de 1937. El objetivo de la investigación es profundizar y demostrar, desde una perspectiva muy poco estudiada hasta ahora, que los intentos republicanos para comprar armamento al margen de los suministros soviéticos, durante el primer año de la guerra, no constituyó una estrategia eficaz que permitiese al Ejército Popular de la República disponer de los recursos bélicos necesarios, ni en calidad ni en cantidad, para hacer frente al Ejército sublevado/franquista. La política de no intervención, ideada por Francia y Gran Bretaña y adoptada por 27 Estados, incluyendo a la URSS, provocó una situación asimétrica: mientras que un Gobierno legítimo y reconocido internacionalmente no pudo adquirir armas ni en los arsenales nacionales de los países que lo suscribieron ni en sus industrias privadas, los sublevados inmediatamente se vieron auxiliados por Hitler y Mussolini, quienes también se adhirieron a la no intervención. Sólo la ayuda de Stalin, vulnerando igualmente su compromiso con la no intervención, permitió que la República pudiese evitar la caída de Madrid en noviembre de 1936 y sustentar el conflicto. En esta investigación se ha documentado cómo la República, ante las necesidades acuciantes de conseguir armamento, cayó en manos de poderosas redes de comerciantes y traficantes de armas. A pesar de las diferencias ideológicas existentes entre unos y otros, todos ellos vieron en las apremiantes necesidades republicanas una oportunidad de obtener grandes cantidades de divisas ofreciendo un material que en muchos casos era inexistente y en otros tantos inservible para una guerra moderna. Las diferencias ideológicas también justifican que muchos barcos que transportaban material de guerra a la República acabasen engrosando los arsenales de los franquistas tras el correspondiente aviso. Las operaciones encubiertas exigieron invertir muchas horas, capital humano y gestiones políticas sorteando infinidad de obstáculos. En muchas ocasiones fue preciso pagar precios y comisiones exorbitantes a numerosos intermediarios. Cuando una oferta era firme y seguía adelante, comenzaban nuevos problemas y obstáculos: los suministros debían salvar la vigilancia de las autoridades de cada país. También surgían problemas de tráfico marítimo, de consecución de fletes y el bloqueo de las costas españolas. A estos problemas se añadió en muchos casos la penetrabilidad de las operaciones por parte de los agentes franquistas y, no en último término, la gran banca francesa, británica y norteamericana interpuso obstáculos para dificultar las transacciones financieras. En esta investigación se han documentado y analizado las dificultades que se crearon las propias autoridades republicanas para lograr construir una estrategia eficiente de adquisiciones en el exterior. La inexistencia de un plan se tradujo en que los enviados a diversos países no conociesen cuáles eran las necesidades más acuciantes. A ello se sumó el envío de comisiones sin el control y supervisión del Gobierno central, que se reflejó en la pérdida de tiempo, dinero y credibilidad en el exterior. No en último término también hubo quien decidió enriquecerse a costa de las necesidades de su Gobierno.