Estudio in vitro de la efectividad de las distintas técnicas de irrigación en la eliminación del enterococcus faecalis

Resumen

JUSTIFICACIÓN La irrigación es un paso indispensable en la desinfección del conducto radicular. Está demostrado que la instrumentación rotatoria reduce el número de bacterias sólo un 50%. No existe un irrigante que pueda efectuar por sí mismo una irrigación efectiva, por tanto se recurre a la combinación de irrigantes, un desinfectante y un quelante. Los más comunes son el hipoclorito sódico y el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA). Existen zonas del sistema de conductos inaccesibles a la instrumentación mecánica o manual, por lo que, han surgido nuevos mecanismos del irrigación y agitación para que el irrigante alcance esas zonas. El conocimiento de la flora bacteriana del interior de los conductos radiculares, han aumentado la preocupación sobre la desinfección de los mismos. El Enterococcus faecalis puede sobrevivir en condiciones muy complicadas, como es el conducto radicular tras una endodoncia. Por características del E. f y por la necesidad de cumplir el objetivo biológico principal de la endodoncia, es interesante saber hasta qué punto, la combinación de irrigantes como el hipoclorito de sodio (NaOCl) y el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), activándolos con las últimas tecnologías, aumentan su eficacia en la eliminación de esta bacteria. OBJETIVOS 1. Determinar si la combinación de hipoclorito de sodio con EDTA es eficaz en la eliminación del Enterococcus faecalis en el interior del conducto radicular. 2. Comprobar si la activación sónica o la ultrasónica de los irrigantes aumenta la eliminación del Enterococcus faecalis 3. En caso de que la activación aumente la eliminación del Enterococcus faecalis comprobar si existen diferencias entre la activación sónica y la ultrasónica. 4. Comprobar si el lugar de colocación del irrigante afecta a la capacidad de eliminación del Enterococcus faecalis MÉTODO Se emplean dientes extraídos. Se realizan instrumentación de los conductos radiculares. Se inoculan con cepas de Enterococcus faecalis. Los dientes se dividen en 3 grupos (que corresponden con la técnica de irrigación /aspiración que se realiza). A su vez, estos grupos se dividen en 2 subgrupos (A y B, corresponde con la longitud del conducto donde se deposita el irrigante). Todos se someten a un lavado final: 10 ml de Hipoclorito de sodio al 5,25% actuando 3 minutos + 10 ml ácido etilendiaminotetraacético al 17% 1 minuto + 10 ml de hipoclorito de sodio al 5,25% 3 minutos. Grupo 1 Irrigación sin activación: Grupo 1A: El irrigante se deposita en cámara pulpar con aguja 27 gauge montada en jeringa convencional. Grupo 1B. Se deposita en ápice. Grupo 2: Activación sónica: Grupo 2A: El irrigante se activa con EndoActivator® en cámara pulpar. Grupo 2B: Se activa en ápice. Grupo 3: Activación Ultrasónica: Grupo 3A: Se activa con puntas Irrisafe® montadas en ultrasonidos en cámara pulpar. Grupo 3B: Se activa en ápice. Se toman muestras del interior del conducto y se cultivan en placa BHI agar. A las 24 horas se realiza el recuento de UFC/ml. A las 48 horas se repite el mismo proceso. RESULTADOS Para la estadística inferencial, los datos se sometieron a los test de comparaciones múltiples, test de Friedman, test de Kruskal- Wallis y test de Mann Whitney. Y como test a posteriori, el método de Bonferroni. Los valores P¿ 0,05 fueron considerados estadísticamente significativos CONCLUSIONES 1. La combinación de hipoclorito sódico más ácido etilendiaminotetracético (EDTA) es eficaz en la eliminación del Enterococcus faecalis en el interior del conducto radicular. 2. La activación del hipoclorito sódico más el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) aumenta la eliminación del Enterococcus faecalis sin diferencias significativas entre la sónica y la ultrasónica. 3. La capacidad de eliminación del ultrasonidos en mayor que los otros dos sistemas estudiados. 4. El lugar de colocación de la sustancia irrigadora no afecta a la capacidad de eliminación del Enterococcus faecalis