Evolución histórico-educativa del colegio de huérfanos de ferroviarios (CHF). Una propuesta socio laboral (1922-1996)

  1. LOZANO AGUNDEZ, JESUS
Dirigida por:
  1. María Rosario Limón Mendizábal Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 02 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Antonio Bautista García-Vera Presidente
  2. Ángela del Valle López Secretaria
  3. Ángel de Juanas Oliva Vocal
  4. María de las Nieves Almenar Ibarra Vocal
  5. Ramona Valls Montserrat Vocal
Departamento:
  1. Estudios Educativos

Tipo: Tesis

Teseo: 141909 DIALNET

Resumen

En el contexto de la España del pasado siglo XX, la presente investigación pretende conocer la evolución histórico-educativa del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios (CHF) que constituyó una propuesta socio laboral sin precedentes. El trabajo consta de dos partes, dividas en cuatro capítulos. La primera parte, Dimensión normativa, corresponde al capítulo primero donde se expone todo lo referente a las normas que han regido la marcha del CHF desde su constitución y posterior puesta en marcha, y que se recogen en los diferentes Estatutos. En ellas vemos la evolución, en las tres etapas que se ha dividido el trabajo, de los distintos aspectos como Objeto del Colegio, Organización del mismo, admisión y permanencia de los huérfanos, Planes de estudios, profesiones, artes y oficios, premios y castigos, Plan de alimentación, vestuario, Alumnos internos y externos, Personal de los colegios y sus obligaciones, y Junta facultativa. El trabajo comienza en 1922, año en que se funda la Institución, aunque su primer colegio se inauguró en 1930, y hace un recorrido hasta 1996. Este recorrido se divide en tres periodos. El primero va desde 1929 hasta 1942. En este periodo entran en funcionamiento los Colegios de Madrid (1930) y Torremolinos (1935) hasta la Guerra Civil en que tuvieron que ser evacuados los alumnos. En este periodo, además de la creación de Bolsas de Trabajo, se establece por parte del Ministerio de Obras Públicas un Decreto por el que se da preferencia a los alumnos del CHF al ingreso en las distintas compañías ferroviarias, y se empieza a ver la necesidad de construcción de nuevos colegios, dado el aumento considerable de huérfanos. El segundo periodo va desde 1942, año que se establece la afiliación obligatoria de todos los trabajadores de las distintas compañías ferroviarias al CHF, con el fin de contribuir al sostenimiento de los colegios. Hasta este momento era voluntaria, y la guerra había dejado unos datos escalofriantes: en el año 1935 había unos 35.000 socios y 1.600 huérfanos, mientras que en el año 1939 los asociados eran 16.000 y los huérfanos aumentaron a 4.000, por lo tanto los ingresos habían descendido, las plazas (800) en los dos colegios eran las mismas y había que construir nuevos colegios. Esta etapa, la más larga, está dividida en dos partes, la primera que corresponde a la inauguración de los nuevos colegios y la segunda al cierre y venta paulatina de los mismos, una vez que se veía que no eran necesarios. Hasta quedar únicamente el de Madrid. En esta etapa se hace un recorrido más exhaustivo de la vida en los colegios, estudios que realizan, actividades, celebraciones, datos de alumnos que reciben bolsas y becas de estudios para continuar estudios superiores, empleos que consiguen en distintas empresas, ferroviarias o no, etc. Este periodo termina en 1993 con el RD 420/1993 de Afiliación Voluntaria, que da inicio al tercero, y en el que se pretende dar respuesta a la demanda de tipo de prestaciones, creando nuevas actividades dirigidas a la atención a la tercera edad, sanidad, educación, ocio, etc., alejando aquella imagen excesivamente caritativa y protectora, garantizando, eso sí, las tareas propias de atención a los huérfanos. Hay una constante a lo largo de estos tres periodos y es que la labor principal de los miembros y socios de la Institución ha sido atender a las necesidades que presentan los huérfanos, en un principio en los internados y posteriormente, a medida que se ha ido avanzando en el tiempo, en sus propios domicilios o en la residencia, y se puede decir que siempre han estado preocupados y ocupados, no sólo en darles formación, sino que ésta les sirviera para abrirse paso en la vida y encontrar un puesto de trabajo. Y esto también ha sido diferente en las distintas etapas, ya que en algunas prácticamente no había problemas en que encontraran puestos de trabajo, mientras que en otras las dificultades eran como para cualquier otra persona