La imagen en el discurso multimodal cortazariano, una poética en movimiento
- MOHAMED KADDUR, BACHIR
- María del Rocío Oviedo Pérez de Tudela Directora
Universitat de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 02 de de febrer de 2016
- Almudena Mejías Alonso Presidenta
- Evangelina Soltero Sánchez Secretària
- Evarista Guerrero Guerrero Vocal
- Ángel Esteban del Campo Vocal
- Carmen de Mora Valcárcel Vocal
Tipus: Tesi
Resum
El primer objetivo propuesto en el presente planteamiento reside en la puesta en valor de la imagen, explorando sus posibilidades comunicativas y estéticas, tantas veces relegadas a funciones ornamentales y subalternas, pero no sin antes, definir una gramática normativa que avala sus estatutos, recopilando sus elementos morfológicos básicos, una Sintaxis, que aunque incipiente, logra dilucidar sus funciones sintácticas y por último, una Semántica capaz de interpretar sus significados en su calidad de texto pictórico comunicativo integral. Mientras tanto, la imagen en su versión representativa, es a todas luces la baza más valiosa y brillante, cuya hilera de mecanismos plásticos y dinámicos realza su categoría de un plano comunicativo denotativo a otro plano significante y poliédrico, convirtiéndose así en un Objeto Artístico, merecedor de una valoración estética. El espectador, por la parte que le toca, adquiere un papel decisivo, incluso vital, si cabe y el axioma de ¿sin espectador no hay imagen¿, resulta bastante ajustado, toda vez que el espectador es quien inocula las dosis de vida necesarias en cada momento y echa a andar las inertes figuras que habitan aletargadas en el espacio de un cuadro, permanentemente parapetadas tras los muros de su silencio. El segundo y más importante objetivo propuesto en el que la imagen sigue siendo la protagonista, pero esta vez, involucrada en el enmarañado multidiscurso cortazariano, éste atestado de ocurrencias trufadas de maniobras, sugerencias, juegos, vivencias, miedos y sobre todo deseos, materializados en fragmentos, textos, bocetos e imágenes expresados los primeros evidentemente en poemas, relatos, ensayos, y los segundos, representados en pinturas dibujos y esculturas, en definitiva, meta-literatura y literatura por un lado arte y meta-arte por otro, se dan cita en un ¿Palimpsesto¿ en términos de Genette o un mural libre de lindes y repleto de, papiers collés, cubistas o, rady mades, surrealistas. Estos elementos tan heterogéneos se ensamblan en las cuatro obras(La vuelta al día en ochenta mundos, Silvalandia, Fantomas contra los vamìros multinacionales, último round):, invitan al lector a sumergirse y experimentar ad hoc la verdadera naturaleza de los viajes, pasajes y juegos que pregona Cortázar, que en su conjunto, giran en torno a la escritura y la metáfora, como procedimientos del deleite físico y de reflexión, poniendo al descubierto, a su manera, aquellos episodios ensombrecidos por los avatares de la cotidianidad, una obsesión en toda regla del autor universal por alterar las formas creativas al uso y en cambio, el absurdo del absurdo y la degeneración discursiva como técnicas revolucionarias altamente elaboradas, no como menoscabo gratuito a un ideario creativo, sino una concepción surrealista del acto creativo en el que la imagen se erige en verdadera poética en movimiento.