Tratamiento psicológico de la emesis anticipatoria

  1. HARO MARTINEZ, LAURA MARIA
Dirigida por:
  1. Juan Antonio Cruzado Rodríguez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 21 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Francisco Javier Labrador Encinas Presidente
  2. María Eugenia Olivares Crespo Secretaria
  3. Carmen Guillén Ponce Vocal
  4. María Cristina Coca Pereira Vocal
  5. Miguel Ángel Vallejo Pareja Vocal
Departamento:
  1. Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica

Tipo: Tesis

Resumen

Planteamiento: La emesis por quimioterapia es uno de los principales problemas que afecta la calidad de vida de los pacientes oncológicos. La emesis anticipatoria es una respuesta condicionada que, según los estudios de Morrow, Roscoe, Kirshner, Hynes, y Rosenbluth en 1998, ocurre en un 25 por ciento de los pacientes sobre el cuarto ciclo de quimioterapia. Roscoe, Morrow, Aapro, Molassiotis y Olver en 2011 señalaban que este tipo de emesis es difícil de controlar farmacológicamente. Según la Guía NCCN Antiemesis 2015, si aparece emesis anticipatoria el tratamiento se basa en técnicas psicológicas. Objetivo: Valorar la eficacia de la Relajación Muscular Progresiva para prevenir la emesis anticipatoria, mejorar la calidad de vida y disminuir la ansiedad y depresión. Método: Muestra: 46 pacientes con cáncer de mama precoz que iban a recibir quimioterapia con Adriamicina y Ciclofosfamida. El estudio tuvo una duración de 4 años. Diseño: Es un estudio cuasiexperimental de dos grupos aleatorios, experimental y control, con medidas repetidas en pretratamiento, postratamiento y seguimiento. Las variables independientes son el tiempo y la intervención psicológica mediante la relajación. Como variables dependientes tenemos emesis, ansiedad y depresión, y calidad de vida. Los instrumentos de evaluación utilizados son la entrevista, las escalas de la EORTC QLQ-C30 y BR-23 para calidad de vida, la escala de ansiedad y depresión hospitalaria y la herramienta MASCC Antiemesis para medir emesis aguda y tardía. Procedimiento: Al grupo experimental se le enseña la técnica de Relajación Muscular Progresiva que se practica antes de recibir el primer ciclo de quimioterapia y durante las tres semanas después diariamente; el grupo control no recibe tratamiento psicológico. Todas las pacientes llevan la misma medicación antiemética con palonosetron, corticoesteroides y fosaprepitant. Las pacientes son evaluadas en 4 ocasiones. En la medida pretratamiento y postratamiento se usan los cuestionarios de la EORTC QLQ-C30 y BR-23, y la escala hospitalaria de ansiedad y depresión. Tras cada ciclo de QT, rellenan la Herramienta MASCC Antiemesis. En el seguimiento sólo se evalúa la calidad de vida. Resultados: Ambos grupos presentan valores normales en ansiedad y depresión tanto antes de empezar el tratamiento como al finalizarlo. El grupo no tratado mejora en ansiedad. En cuanto a la calidad de vida, las pacientes presentan buen funcionamiento emocional y social. Encontramos empeoramiento del funcionamiento físico y cognitivo en las pacientes del grupo no tratado y una mejoría de la función rol en el grupo experimental a lo largo del tiempo. Fatiga, náuseas, dolor, insomnio, apetito, diarrea y aspecto económico no muestran cambios. Existen diferencias significativas entre los dos grupos al terminar la QT, con respecto a la disnea y estreñimiento. Las puntuaciones en imagen corporal empeoran en el grupo control con p de 0,024 del inicio al final del tratamiento. Encontramos una importante afectación del área sexual. En ambos grupos, el estado físico empeora tras la QT por los efectos secundarios con p de 0,000. Los síntomas locales de la mama, el brazo, y la preocupación por la pérdida de pelo muestran una escasa afectación. En emesis, existen diferencias significativas entre los dos grupos tras la primera quimioterapia en la aparición de náuseas agudas con un nivel de significación de 0,022 y entre las náuseas tardías en los diferentes ciclos de tratamiento en el grupo experimental con un nivel de significación de 0,023. Conclusiones: El tratamiento de relajación no previene la aparición de náuseas o vómitos, no disminuye los niveles de ansiedad y/o depresión y aunque provoca algunos cambios no tiene repercusiones importantes en la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama. La relajación muscular progresiva no ha demostrado ser un tratamiento eficaz para prevenir la emesis anticipatoria.