Relación entre los parámetros morfológicos, de gameto a blastocito, con las anomalías cromosómicas y el éxito reproductivo

  1. DELGADO MENDIVE, MARIA ARANZAZU
Dirigida por:
  1. Belén Martínez Madrid Directora
  2. Marcos Meseguer Escrivá Director/a
  3. María Desamparados Mercader Bayarri Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 26 de noviembre de 2015

Tribunal:
  1. María Teresa Encinas Cerezo Presidenta
  2. Consuelo Serres Dalmau Secretaria
  3. Irene Matarranz Pascual Vocal
  4. David Agudo Garcillán Vocal
  5. Luis Alfonso de la Fuente Hernández Vocal
Departamento:
  1. Medicina y Cirugía Animal

Tipo: Tesis

Resumen

Muchos embriones morfológicamente óptimos, que son transferidos al útero, no logran implantar o generan gestaciones que finalizan en abortos espontáneos. Algunos de estos fracasos pueden ser explicados por la presencia de anomalías cromosómicas de los embriones seleccionados para la transferencia. La estrategia más común, en la mayoría los laboratorios de fecundación in vitro, para identificar los embriones viables capaces de dar lugar a una gestación evolutiva, mayor o igual a 12 semanas, está basada en criterios morfológicos tales como el número de células y la simetría de las mismas, la presencia de multinucleación, el porcentaje de fragmentación y la velocidad de desarrollo. Sin embargo, alguno de los aspectos más importantes de la viabilidad embrionaria, como la carga cromosómica, son indetectables mediante la clásica observación morfológica. El objetivo principal de la presente tesis doctoral fue valorar la posible correlación entre la morfología del embrión en día 3 de desarrollo, y sus anomalías cromosómicas, con el fin de establecer un modelo predictivo. Además, como objetivos secundarios, se valoró la posible correlación entre la morfología del embrión, en estadio de mórula y blastocisto, y sus anomalías cromosómicas, y una vez conocida dicha relación, se estudió la tasa de implantación dentro del programa de diagnóstico genético preimplantacional del Instituto Valenciano de Infertilidad de Valencia. Para alcanzar estos objetivos, se analizaron los embriones de todas las pacientes incluidas en el programa de diagnóstico genético preimplantacional para cribado de aneuploidías: aborto de repetición, edad materna avanzada, fallo de implantación, factor masculino severo y cromosomopatías previas, durante el periodo comprendido entre enero de 2000 y mayo del 2007. Los embriones fueron biopsiados en día tres de desarrollo y las células extraídas analizadas mediante la técnica de hibridación in situ fluorescente. Los embriones cromosómicamente normales o euploides fueron transferidos al útero en día 5 de desarrollo. Los embriones fueron clasificados según el protocolo de rutina del laboratorio de fecundación in vitro del Instituto Valenciano de Infertilidad de Valencia. Se pretendió cuantificar el efecto que determinados patrones clínicos ejercían sobre la posibilidad de normalidad cromosómica del embrión, así como sobre la implantación embrionaria en el programa de diagnóstico genético preimplantacional. Con los resultados obtenidos, se dedujo que en día 2 y 3 de desarrollo, a mayor simetría y menor multinucleación existía mayor probabilidad de euploidía. Cuanto mayor era el número de células respecto a lo esperado en esos dos días, disminuía esa posibilidad y en cuanto a la fragmentación, solo parecía tener influencia en día 3 y referida a porcentaje. Un aumento de la fragmentación implicaba un descenso en las posibilidades de euploidía, si bien el tipo no era relevante en ninguno de los dos días de desarrollo. Además, la morfología embrionaria en día 4 y día 5 nos sugirió que a mayor desarrollo del embrión, mayor era la posibilidad de ser euploide. Al combinar la morfología de estos dos días se pudo observar que ambas se relacionaban, predominando el efecto de día 5 sobre el de día 4. En cuanto a la implantación, a mayor evolución del blastocisto euploide, mayor era su probabilidad de implantar una vez transferido al útero. Los resultados obtenidos confirmaron que el uso de la morfología embrionaria, como única herramienta de selección, no permitía descartar los embriones aneuploides. Son, por lo tanto, necesarias técnicas complementarias como el diagnóstico genético preimplantacional, para conocer la carga cromosómica de los embriones transferidos en el laboratorio de fecundación in vitro y aumentar así las posibilidades de éxito de los tratamientos de reproducción asistida.