Política de información y comunicación de la Unión Europeauna estrategia insuficiente para cerrar la brecha entre la ciudadanía y la UE

  1. Benedicto Solsona, Miguel
Dirigida por:
  1. Juan Luis Manfredi Sánchez Director/a
  2. Felipe Maraña Marcos Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de noviembre de 2015

Tribunal:
  1. Francisco Aldecoa Luzárraga Presidente
  2. Paloma González del Miño Secretaria
  3. Alberto Priego Moreno Vocal
  4. Ignacio Molina Álvarez de Cienfuegos Vocal
  5. José María Peredo Pombo Vocal
Departamento:
  1. Relaciones Internacionales e Historia Global

Tipo: Tesis

Resumen

La política de Información y Comunicación (PIC) es una estrategia insuficiente para cerrar la brecha que hay entre la UE y sus ciudadanos. El distanciamiento, reconocido desde los años 70, se atribuyó a un vacío de comunicación y al desconocimiento institucional. Cada vez que ha habido una baja participación en los comicios europeos o en los referenda, la Comisión ha respondido, de manera insuficiente, con nuevos enfoques de la PIC. El desarrollo de nuestra hipótesis principal pasa por el análisis de toda la PIC de la UE que evoluciona en paralelo a la construcción europea que se debate entre lo intergubernamental y lo comunitario. El trabajo se desarrolla en tres partes. Primero, se analiza el origen y desarrollo de las estrategias de información de la UE hasta 2005. Tras el fracaso constitucional, se incide en la institucionalización de la PIC, durante esta última década y, por último, se detectan los problemas y se buscan las soluciones para cerrar la brecha entre ciudadanía e instituciones. Para elaborar la tesis se realizaron más de 60 entrevistas en 2 periodos: 2004 y 2014-2015; y una encuesta durante la celebración del referéndum de la Constitución Europea en España. Reducir las distancias entre la ciudadanía y la UE requiere no sólo informar más y mejor sino, sobre todo, construir una esfera pública europea, para lo que es necesario promover el diálogo con los ciudadanos como objetos activos de comunicación, la creación de una opinión pública, que solo emerge por picos informativos, y, al final, crear medios de comunicación europeos. A la hora de acercar la UE a los ciudadanos, topamos con otros obstáculos como la tendencia a comunitarizar los fracasos y a renacionalizar los éxitos; la primacía de la óptica nacional en el tratamiento de la información comunitaria o la de la prensa escrita sobre los medios audiovisuales; la complejidad de un sistema institucional multinivel; la pluralidad del lenguas pese al predominio del inglés y, el todavía predominante, aunque menguante marco del Estado Nación que sigue siendo el marco de referencia en la cultura política y en el ámbito mediático pese a la irrupción de las redes sociales. Hay que buscar soluciones a ese desconocimiento de la UE a través de la educación y la cultura que serían un factor de socialización política en Europa. También mediante una mayor politización de las elecciones al Parlamento Europeo, que en 2014 han logrado el objetivo de frenar la tendencia a la abstención, tras surgir el embrión de la europeización de la campaña con debates electorales a nivel europeo y la elección de Juncker como presidente la Comisión. Además, es necesaria una nueva narrativa que aporte soluciones a los retos que preocupan al ciudadano. No hay una suficiente comunitarización de las políticas para responder a las necesidades y problemas de los ciudadanos, lo que repercute en la reputación de la UE. Es necesaria una hoja de ruta europea que permita el avance de proyecto europeo hacia el federalismo y la democratización de las nuevas instituciones del ámbito económico; un camino que debería aprobarse mediante una Convención constitucional. Como conclusión, decir que cerrar la brecha entre UE y ciudadanía nos decantamos por europeizar la esfera pública, cambiar la cultura burocrática de las instituciones, impulsar la opinión pública y medios de comunicación europeos, apostar más por los medios audiovisuales, romper la óptica nacional al informar sobre la UE y evitar que Europa sea la cabeza de turco de los problemas nacionales, comunitarizar las políticas con cesión de soberanía, más educación sobre Europa e impulso del conocimiento de lenguas, mayor transparencia en la toma de decisiones y diálogo con los ciudadanos y la sociedad civil de abajo-arriba, y seguir avanzando hacia la Unión Política.