Acción colectiva rural, reforma agraria y política en El Ecuador, ca. 1920-1965
- Ibarra Crespo, Hernán Eduardo
- Ludolfo Paramio Rodrigo Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 13 de noviembre de 2015
- Ascensión Martínez Riaza Presidenta
- José Antonio Sánchez Román Secretario
- Marta Irurozqui Victoriano Vocal
- Leoncio López-Ocón Cabrera Vocal
- Víctor Peralta Ruiz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Esta tesis aborda el estudio de procesos de acción colectiva rural entre 1920 y 1965 en el Ecuador con un enfoque de historia social y sociología política sustentado en fuentes primarias y secundarias. El objetivo principal es el estudio de la acción colectiva rural que se desarrolló entre 1920 y 1965 como un factor condicionante de la reforma agraria de 1964. Para ello se efectúa un análisis de los repertorios de acción colectiva y los ciclos de protesta que ocurrieron en diversos lugares de la sierra y la costa ecuatorianas protagonizados por campesinos indígenas y no indígenas, prestando atención a las oportunidades políticas donde lo fundamental fueron las intervenciones estatales ya sean represivas o integrativas que ocurrieron en este período condicionadas por la mayor o menor apertura de los gobiernos. Se consideran dos ciclos políticos, el primero que aconteció de 1931 a 1947, signado por la inestabilidad política y un constante cambio de gobiernos; y el segundo entre 1948 y 1965, en el que transcurrió una fase de gobiernos que se sucedieron constitucionalmente entre 1948 y 1960. Los conflictos y movilizaciones rurales, alcanzaron mayor visibilidad a partir de 1958, impactando en la opinión pública. La importancia y magnitud de las movilizaciones campesinas entre 1959 y 1963, generó una controversia sobre sus efectos políticos en el cambio agrario. Las movilizaciones rurales influyeron en el desenlace de la crisis política que concluyó en la implantación de un gobierno militar en 1963 que expidió una Ley de reforma agraria en 1964 que modificó parcialmente las relaciones de trabajo y la tenencia de la tierra. Y, adicionalmente definió un nuevo tipo de intervención militar en la política que combinó reformas con represión. Se argumenta que la reforma agraria de 1964 no produjo una reestructuración radical de la tenencia de la tierra y tuvo una continuidad con previas políticas de colonización por la debilidad de la acción colectiva campesina. Las elites terratenientes estaban en capacidad de sortear los conflictos rurales y optaron por una modernización que implicó afectar áreas residuales de la gran propiedad rural. La acción colectiva campesina tenía un potencial limitado de confrontación y sus objetivos buscaban principalmente la negociación que estaba fijada por la intervención estatal que había logrado institucionalizar los conflictos rurales desde fines de la década de 1930 con una declinación de los mecanismos de represión estatal. Han sido identificados los siguientes tipos de conflictos: 1) conflictos laborales al interior de haciendas de la sierra; 2) conflictos al interior de haciendas y plantaciones de la costa; 3) conflictos entre haciendas y comunidades indígenas; 4) conflictos en oposición a la intervención del Estado. Se incluye el estudio de una fase de violencia estatal entre 1916 y 1930; y cuatro casos de conflictos con desenlace violento y su impacto en la opinión pública a mediados de la década de 1950. La decisiva coyuntura 1960-1963 donde se cristalizó la reforma agraria de 1964 se revela como la circunstancia final de una trayectoria histórica de la acción colectiva campesina que impugnó limitadamente los espacios de poder local y las estructuras de dominación desde 1920 con distintos grados de acción conflictual e incidencia que dependieron de la intervención estatal, la creciente institucionalización de los conflictos y de la capacidad limitada de la izquierda por articular los procesos de movilización con un sentido radical.