Arte y filosofíaCorrelaciones entre el pensamiento estético de Jacques Rancière y Alain Badiou y el arte político de los colectivos artísticos Claire Fontaine, Raqs Media Collective y Estrella del Oriente
- COFRÉ CUBILLOS, CLAUDIA MARCELA
- Dolores Fernández Martínez Directrice
Université de défendre: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 28 janvier 2016
- Mariano de Blas Ortega President
- Pilar Montero Vilar Secrétaire
- Simeón Saiz Ruiz Rapporteur
- Daniel Silvo Gonzalez Rapporteur
- Miguel Cereceda Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
La presente tesis titulada Arte y Filosofía: Correlaciones entre el pensamiento estético de Jacques Rancière y Alain Badiou y el arte político de los colectivos artísticos Claire Fontaine, Raqs Media Collective y Estrella del Oriente, tiene como objetivo evidenciar y sostener, en la actualidad, un vínculo entre el arte y la filosofía, no mirando al arte como objeto de la filosofía, sino analizando las similitudes que se establecen cuando, tanto el arte como la filosofía, persiguen las mismas cosas. Para propiciar dicho vínculo nos amparamos en el pensamiento filosófico de Jacques Rancière y Alain Badiou, y en la práctica artística de los colectivos antes citados. En primer lugar hemos analizado y relacionado el pensamiento estético de ambos filósofos, indagando en lo han dicho sobre el arte y analizando también los conceptos claves y los cruces posibles entre sus teorías estéticas. Y en segundo lugar hemos pensado las prácticas del arte contemporáneo desde las ideas y ciertas categorías filosóficas presentes en ambos autores, sumando también las propias ideas que se desligan del pensamiento de los artistas y del análisis de sus obras. Consideramos que de esta forma hacemos un recorrido teórico en relación a lo que dicen los filósofos sobre el arte, lo que dicen los artistas sobre sus obras y lo que dicen las obras sobre el orden de las cosas. Cuáles son las verdades del arte, para responder a esta pregunta nos basamos en la idea badiouiana de verdad como cuerpos subjetivables, cuerpos que se caracterizan primordialmente porque, en la fórmula de su construcción, todo cuanto lo compone es compatible, por tanto en el interior de una verdad hallamos siempre una relación de compatibilidades entre todos sus elementos. Nos encontramos en la definición del aparecer de una verdad, por ello afirmamos que el arte es productor de verdades en cuanto que produce un cuerpo, un lenguaje subjetivable, aunque creado en un mundo particular; no se manifiesta fundamentalmente como propiedad de ese mundo determinado, sino que trae consigo la posibilidad de que ciertos mundos, diferentes entre sí, sean, sin embargo los mismos, desde el punto de vista de la verdad en cuestión. Cuando visitamos una exposición, por ejemplo: Es posible porque es posible de Raqs Media Collective, o vemos La ballena va llena de Estrella del Oriente, u observamos los neones: Foreigners Everywhere -Extranjeros por todas partes- de Claire Fontaine, y nos deslumbramos frente al trabajo artístico, nos hallamos en la incorporación de un procedimiento de verdad, más precisamente en el procedimiento de verdad de la circunstancia artística. La experiencia de incorporación puede ser frecuente, se trata de una experiencia de subjetivación, el hombre y la mujer, en su singularidad absoluta, como elemento del mundo, pasan a ser una parte de ese cuerpo de verdad que aparece. Podemos concluir que, primero, tanto el arte como la filosofía son operaciones de identificación, sitúan verdades -en particular, verdades de su tiempo- mediante la construcción de un concepto renovado acerca de lo que es una verdad. Y segundo, a través de la categoría de verdad, la filosofía y el arte vuelven composibles registros diferentes y heterogéneos de verdad. Así pues observamos un ejercicio doble, por un lado una función de discernimiento y otra función de unificación. Para resumir lo más posible este trabajo, rescatamos aquí las palabras de Badiou, como ejemplo de la filosofía de hoy, cuando afirma que la filosofía es un diagnóstico de la época que responde a lo que la época inquiere. Es también la construcción, basada en esa proposición contemporánea, de un concepto de verdad. Y es, por último, una experiencia existencial relativa a la verdadera vida. Y, de igual manera, podemos decir, después de las correlaciones entre arte y filosofía que hemos estudiado, que el arte de hoy es también la unidad de estas tres cosas.