Terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma para las víctimas de atentados terroristasun estudio de efectividad con trastornos mentales a muy largo plazo

  1. MORENO PEREZ, NATALIA
Dirigida por:
  1. Jesús Sanz Fernández Director
  2. María Paz García Vera Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Francisco Javier Labrador Encinas Presidente
  2. José Luis Graña Gómez Secretario
  3. Jorge Barraca Mairal Vocal
  4. Pedro Javier Amor Andrés Vocal
  5. Raquel Rodríguez Carvajal Vocal
Departamento:
  1. Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica

Tipo: Tesis

Resumen

El terrorismo es un grave problema mundial que afecta cada año a un número muy elevado de personas. Y aunque la mayoría de ellas no desarrollarán trastornos mentales a causa de los atentados, otras si sufrirán un TEPT, un trastorno depresivo o de ansiedad. A pesar de la gravedad del problema y la necesidad de su tratamiento, no ha sido hasta hace pocos años cuando se han desarrollado programas de investigación. Los pocos estudios encontrados sobre eficacia o efectividad de los tratamientos coinciden en señalar que la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma es la única que ha demostrado su eficacia y utilidad clínica. Por ello, el objetivo del presente trabajo es conocer la efectividad de la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma para víctimas de atentados terroristas que sufren a muy largo plazo, con una media de 23 años tras el atentado, un TEPT, un trastorno depresivo mayor, o un trastorno de ansiedad, y hacerlo en el postratamiento y en los diferentes seguimientos para así evaluar el mantenimiento en el tiempo de los posibles efectos beneficios terapéuticos. Para la realización del presente estudio se contó con una muestra de 88 víctimas, siendo todas ellas heridas o familiares de primer grado de heridos o personas fallecidas en un atentado, y pertenecientes a la Asociación Víctimas del Terrorismo. Todas ellas presentaban un trastorno mental compatible con un TEPT, un trastorno de ansiedad o un trastorno depresivo mayor. De estas 88 víctimas, 38 rechazaron finalmente iniciar dicho tratamiento y 19 abandonaron una vez iniciado este. Los instrumentos que se aplicaron en los diferentes momentos de medida fueron: una entrevista semiestructurada, los Módulos A y F de la entrevista diagnóstica, Lista de Verificación del Trastorno por Estrés Postraumático, Inventario de Depresión de Beck II e Inventario de Ansiedad de Beck. El tratamiento psicológico que siguieron las víctimas que accedieron a participar fue un programa multicomponente de terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma, al que se le añadieron técnicas cognitivas y otras cognitivo-conductuales para el tratamiento de los trastornos de ansiedad o depresión. Los resultados encontrados en este trabajo ponen de manifiesto que tras el tratamiento la prevalencia del TEPT, del trastorno depresivo mayor y de los trastornos de ansiedad, así como de la comorbilidad de todos estos trastornos descendió de manera estadísticamente significativa. También, la puntuación media en los tres cuestionarios, PCL, BDI-II y BAI se redujo de forma estadística y clínicamente significativa. Por último, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los beneficios terapéuticos entre las víctimas que tomaban psicofármacos y las que no lo tomaban, por lo que tales beneficios no se pueden atribuir a los psicofármacos. Por tanto, estos resultados confirman que la terapia cognitivo- conductual centrada en el trauma es efectiva para las víctimas de atentados terroristas que sufren TEPT, trastorno depresivo mayor o trastorno de ansiedad y demuestran la efectividad de este tipo de terapia para víctimas que sufren estos trastornos a muy largo plazo, manteniéndose los efectos beneficiosos a lo largo del tiempo, al menos en el año siguiente a la finalización del tratamiento. Por último señalar que estos resultados sugieren que este programa de tratamiento no sólo es efectivo para las víctimas con TEPT, sino que al añadir técnicas específicas para los trastornos depresivos y de ansiedad, dicha efectividad se extiende a estos trastornos. Estas conclusiones deben contemplarse teniendo en cuenta las limitaciones del estudio, como son, la ausencia de un grupo control, el contexto y estructura utilizada en la terapia y el elevado número de abandonos y rechazos terapéuticos, lo que dificultaría la generalización de los resultados.