Arte meditativo y contemplativo en la pintura budista chinael camino del silencio sagrado

  1. ECHANIZ RODRIGUEZ, MANUELA
Dirigida por:
  1. José María Prieto Zamora Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de enero de 2016

Tribunal:
  1. José Javier Campos-Bueno Presidente
  2. Javier Bustamante Donas Secretario
  3. Javier Villalba Fernández Vocal
  4. Esther A. Pizarro Juanas Vocal
  5. Pablo López Raso Vocal
Departamento:
  1. Psicología Social, Trabajo y Diferencial

Tipo: Tesis

Resumen

En el budismo existen dos tipos de meditación: analítica y de concentración. Teniendo en cuenta que la mente es la causa de todas las creaciones artísticas, y que la pintura es considerada por el budismo una práctica más de meditación, se analizarán los procesos que llevan a la realización de una pintura, pudiendo hacerse una división en dos grandes grupos y denominarlas ¿pinturas meditativas¿ de concentración, que siguen la escuela Chan, y ¿pinturas meditativas¿ analíticas, que siguen el resto de las escuelas Chinas. . Las pinturas de meditación de concentración suelen ser completadas en una sola sesión y con una sola tinta. De composiciones muy sencillas, libres y espontáneas son realizadas en la intimidad e igualmente contempladas en soledad. Analizaremos sus características, el proceso y la motivación con que fueron realizadas estas pinturas defendiendo la hipótesis de que eran para los monjes budistas, un ejercicio de meditación individual de atención plena cuyo medio y resultado es una creación artística. Las pinturas de meditación analítica son imágenes más complejas, que se realizan en varias sesiones y con la incorporación de más elementos y colores. Las hemos clasificado en: figurativas, ilustrativas y devocionales. Las figurativas se centran solo en la representación de las imágenes de manera individual y se realizan en su gran mayoría, sobre papel o seda. Las ilustrativas sirven para mostrar todo el universo budista, y se representan en diferentes soportes, incluidas las pinturas murales de templos, santuarios y monasterios. Y las devocionales, realizadas para infundir devoción a los fieles y utilizadas para ceremonias y rituales o realizadas por encargo de devotos que se hacen retratar junto a las deidades; también como muestra de respeto y devoción a los Maestros del Dharma. Básicamente, la diferencia entre las pinturas meditativas de concentración y las analíticas es el propósito de la práctica, el tiempo de realización y la técnica utilizada; y para demostrar esta hipótesis, se ha realizado un estudio comparativo de obras pictóricas que se han seleccionado cuidadosamente para este efecto. Desde el punto de vista budista, la contemplación puede ser introvertida (la mente que se contempla a sí misma) o extrovertida (la mente contempla el mundo exterior que nos rodea). Analizando las imágenes seleccionadas, podemos apreciar que la finalidad de las pinturas budistas es dar a conocer estos procesos que muestran los dos aspectos de la contemplación. Hablaremos de la percepción visual desde el punto de vista budista, que trata de analizar la naturaleza de la mente y los factores mentales que crean el universo pictórico; primero observando la realidad externa a través de las ventanas de los sentidos, luego interiorizando las formas que percibimos para finalmente pintarlas, utilizando las diferentes técnicas de representación. Presentamos una visión histórica de cómo el budismo se fue adaptando y sincretizando con las diferentes culturas que encuentra a su paso a través de la Ruta de la Seda hasta llegar a China. Se comentará el largo proceso de la traducción de los textos y de la creación de las escuelas budistas de origen Indio y Chino. Y se abordarán los periodos de auge, consolidación y declive del budismo a lo largo de la historia. En los últimos capítulos de la tesis detallaremos algunos de los santuarios budistas más importantes de la Ruta de la Seda, y finalmente hablaremos de los pintores chinos, entre los que encontramos monjes budistas o artistas profesionales