La ciudad en la narrativa latinoamericana1950-1975

  1. ARELLANO BERT, SEBASTIÁN ARIEL
Dirigida por:
  1. Eugenia Popeanga Chelaru Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 04 de noviembre de 2015

Tribunal:
  1. Carmen Mejía Ruiz Presidenta
  2. Barbara Fraticelli Secretaria
  3. Marta Baralo Vocal
  4. Juan Salvador Paredes Núñez Vocal
  5. Fernando Carmona Fernández Vocal
Departamento:
  1. Lingüística, Estudios Árabes, Hebreos, Vascos y de Asia Oriental

Tipo: Tesis

Resumen

Consideramos la ciudad como un elemento de diferenciación que otorga a los personajes determinadas características lingüísticas, históricas, sociales y culturales. En la narrativa hispanoamericana la ciudad adquiere características propias cuyas dimensiones e implicaciones, hacia la segunda mitad del siglo XX, trascienden la noción de `lugar¿ para adquirir un `carácter¿ particular en las obras, llegando a convertirse en la estructura central de la novela, capaz de articular las distintas situaciones, confrontar personajes y articular históricamente los países. Este trabajo abordará la representación de la ciudad en la narrativa latinoamericana entre 1950 y 1975, en tres categorías. Para abordar adecuadamente las características de la ciudad en el período que aquí proponemos, y dada la enorme importancia que tiene en el desarrollo histórico de la representación de las ciudades, haremos una lectura al periodo precedente, conocido como el `indigenismo¿. La literatura del indigenismo. Tanto la colonia como las repúblicas se dedicaron a la anulación de la población y la cultura indígena. Estas poblaciones, sin embargo, mantuvieron algunas de sus características culturales e identitarias, alejadas de las grandes capitales que concentran el poder estatal. A partir de los años treinta el interés por las comunidades indígenas adquiere relevancia en la obra de José María Arguedas, que mostrará los elementos más relevantes para el trabajo con la ciudad que aquí nos proponemos. Encontramos la ciudad, primero, desde su emplazamiento tradicional, en las lejanas sierras de la Cordillera de los Andes, y luego, en la ciudad industrial de Chimbote, a la que llegan los indios en busca de trabajo. El modo de aproximación a estas comunidades responde en un primer momento a los métodos antropológicos. En 1949 se publican dos obras que instauran la modernidad literaria en América Latina (González, 2011), El reino de este mundo, de Alejo Carpentier y Hombres de Maíz de Miguel Ángel Asturias. En ellas el tema del indigenismo deja atrás el modelo descriptivo de la antropología y se abre a posibilidades que sobrepasan la lógica cultural occidental y proponen un modelo de pensamiento mítico. 1. La ciudad real. Si durante los primeros años de la independencia la literatura hispanoamericana siguió de cerca los modelos europeos, con el indigenismo se vuelca el interés hacia el propio continente. Este interés por lo propio deriva en una pregunta por la identidad, y lo que surge es una mezcla entre el modelo europeo y el indígena. Ambos elementos conviviendo en un mismo espacio, en el que razas, lenguas, tiempos históricos y culturas se encuentran. Esta yuxtaposición dará la imagen de la gran ciudad en la literatura de este período. Analizaremos Ciudad de México, en La región más transparente, Lima, en Conversación en La catedral y La Habana, en Tres tristes tigres. 2. Las ciudades imaginadas son aquellas que no existen, cuyas características pertenecen a un orden simbólico en el que por analogía se presenta una imagen del continente. Estas son `Comala¿, de Rulfo y `Macondo¿, de García Márquez. 3. Las ciudades ajenas serán aquellas en que personajes se encuentren con la alteridad de los espacios y los acontecimientos de una ciudad extranjera, habitándola y recorriéndola con la mirada de un extraño, una realidad que, desde su perspectiva, se sustenta en elementos arbitrarios, en una estructura de leyes insostenibles. Abordaremos la ciudad de París, en la obra Rayuela de Julio Cortázar. La aproximación a la narrativa hispanoamericana desde la perspectiva de la ciudad ofrece una posibilidad de interpretación poco explorada. Permite establecer distinciones históricas entre los distintos períodos del continente. Permite analizar comparativamente la narrativa de los distintos países desde una mirada transversal y reconstruir la evolución de una ciudad en particular.