El constitucionalismo puertorriqueño"persona" y "libertad", derechos humanos y cristianismo en la carta de derechos de la Constitución de 1952

  1. Mercado Maldonado, Waddy
Dirigida por:
  1. Javier Bustamante Donas Director
  2. Manuel Maceiras Fafián Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. José Iturmendi Morales Presidente
  2. María Antonietta Salamone Secretaria
  3. Iris Núñez Trebol Vocal
  4. Anselmo Manuel Suances Marcos Vocal
  5. Javier Barraca Mairal Vocal
Departamento:
  1. Filosofía y Sociedad

Tipo: Tesis

Resumen

A través de la historia el mismo hombre se ha preguntado sobre la importancia del ser humano y sobre todo lo que puede afectarlo, de ahí que Sócrates insistiera en la necesidad del autoconocimiento de cada hombre para abrir el horizonte de humanización desde el pensamiento. Esa importancia por el ser humano ha propiciado que el tema de su dignidad humana sea centro de atención en diferentes campos de reflexión debido a que se dirige directamente a intereses comunes de toda la humanidad; el cristianismo no ha sido la excepción en cuanto a la reflexión sobre la dignidad humana, por el contrario, ha tomado este tema como uno de los pilares de su misión, ya que el trabajo por el respeto de la dignidad del hombre responde a la frase "Ama a tu prójimo como a ti mismo"; o, cónsono con Kant en su imperativo categórico de "trata a la persona como quieres que te trate"; o, sin menos importancia, el pensamiento de Hegel, para quien reconoce en el otro una libertad igual para los demás, reconociendo al otro, a su vez, como libre, y siendo esta libertad realizada en el mundo familiar, en el trabajo y en las instituciones del Estado, y en el derecho de asociación y de organización de donde parte su fundamento para expresar firmemente que "no podemos vivir aislados sino en convicencia con el otro, danto paso a la ciudad como lugar de convivencia". Sostienen dichas frases, en gran medida, los pilares para fundamentar en materia de derechos humanos la vida colectiva de los pueblos regida por el Bien Común, y, por otro lado, representan el desafío al que el cristianismo incita a enaltecer la dignidad de todos los hombre por más humildes que sean, puesto que cada uno de estos deben ser tratados como lo son: imagen y semejanza de Dios y no como un simple objeto de producción. Es más que significativo afirmar que la influencia de dichas frases y pensadores han incidido grandemente para que, como sección primera en el Informe de Carta de Derechos de la Constitución de 1952 concience ésta acentuando que "la dignidad del ser humano es inviolable", y que, como fundamento se haya, desde un primer momento, expresado que el propósito de dicha sección fuera fijar claramente como base consustancial de todo lo que sigue el principio de la dignidad del ser humano y, como consecuencia de ésta, la igualdad esencial de todas las personas dentro del sistema constitucional puertorriqueño a partir de la nueva visión en materia de derechos que lapida la Carta de Derechos de 1952. Ha sido punto de partida para el análisis del concepto de "persona" la definición de Boecio, donde definió la persona humana como "sustancia individual de naturaleza racional", y la cual Santo Tomás de Aquino adopta y amplía teniendo en cuenta el pensamiento de la patrística griega en cuanto a racionalidad y, utilizando éste la inteligencia como contenido de la dignidad de la persona, eleva ésta a casi rango de definición: "Persona est id quod est perfectissimum in tota natura". La importancia de los conceptos de persona y libertad frente a otros conceptos que puedan definir al ser humano es relevante. La persona es la que tiene la plenitud de derechos, concretamente el de la dignidad y por tanto el de la vida; la libertad como atributo iremplazable en la persona, y la máxima de Aristóteles que "el hombre libre es causa en sí mismo" hacen de ésta, como expresa Maceiras que el ejercicio de nuestra libertad es el recurso que esclarece dudas, libera de incertidumbres y habilita fines y proyectos para realizarse en la historia como seres dependientes y responsables de nosostros mismos. Al considerar a los conceptos "persona" y "libertad" que van de la mano, ya que la dignidad humana en el hombre, como dice Ernes Bloch "es en la actualidad el punto de referencia de todas las facultades que se dirigen al reconocimiento y afirmación de la dimensión moral de la persona", esta afirmación se ha convertido en base irrenunciable de análisis y objetivo planteado en el presente trabajo doctoral el qué