Implicaciones de la pulsión de muerte en psicosomáticala paradoja autodestructividad/supervivencia psíquica

  1. SOUSA BRAS VILAR SOARES, SOFIA DE
Dirigida por:
  1. Jorge Claudio Ulnik Director/a
  2. Gerardo Gutiérrez Sánchez Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 09 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. José Miguel Marinas Herreras Presidente
  2. Marina Bueno Benlloch Secretario/a
  3. Roberto Fernandez Perez Vocal
  4. José Angel Rodríguez Ribas Vocal
  5. Rodrigo Bilbao Ramírez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Los trastornos psicosomáticos son significativos en la clínica y evidencian como el cuerpo, a través de alteraciones funcionales y lesionales, puede asumirse como lugar privilegiado de expresión del sufrimiento psíquicamente irrepresentable. Al mismo tiempo que el cuerpo se presta como sustrato de la vida psíquica y permite que la representación se apropie de sus modos de funcionamiento, también puede ser objeto privilegiado de modos de funcionamiento que resultan en su destrucción. Investigar la labor de la pulsión de muerte en psicosomática, implica reconocerla como responsable por la variabilidad psíquica pero también como autodestructiva. Los fallos representativos resultan de procesos psicopatológicos centrados en la desorganización de la economía libidinal y que pueden llevar a una somatización. Pensar la somatización como defensa hacia la supervivencia psíquica requiere profundizar en la relación entre enfermedad orgánica y locura, considerando esta como posibilidad de mantener la sintomatología a nivel psíquico. Se aclaran las condiciones que favorecen en el sujeto el recurso a una solución psicótica o a una solución psicosomática y se concluye que paradójicamente, los mismos mecanismos que constituyen un sistema defensivo para el Yo, constituyen simultáneamente una amenaza para el soma. Partiendo de la hipótesis de que el cuerpo se enferma para que el sujeto no se vuelva loco, la investigación concluye que la somatización, no obstante la autodestructividad psíquica que le subyace y que resulta de la pulsión de muerte desintrincada, puede ser una defensa que opera a favor de la supervivencia psíquica. Si por un lado el cuerpo enferma porque el sujeto no puede pensar, por el otro, para supervivir, necesita enfermar. De otro modo, enloquecería.